viernes, 8 de octubre de 2010

DESAFIO CAPITULO 3




Hiiii! Bienvenidas una semana más a otro capítulo de esta fantasiosa historia que por lo que veo tiene pocos seguidores T_T eso o que no hay ganas de escribir comentarios. XD Eso si lo puedo entender, pero se agradecerían, al menos sabríamos si esto os gusta o no. Gracias por todo! ^_^ Nos vemos pronto!

Capitulo III

La música que anunciaba el final del programa inundó la sala de estar de la enorme casa haciendo que los chicos volvieran a la realidad, sintiendo cada palabra que ellas habían dicho sobre ellos, sintiendo el dolor que emanaba de cada una de las palabras mencionadas. ¿Por qué tenían que hacer eso? Era una entrevista sobre ellas, sobre su carrera, sobre su nuevo disco, ¿por qué los sacaban a ellos a relucir? No era justo, era como si ahora en una entrevista en España, les preguntaran a ellos sobre ellas cuando se suponía que debían estar hablando del CD o de algún concierto, algo relacionado con su carrera profesional, no con lo personal…

- No han podido hacer otra cosa… - susurró Georg. Todos estaban de acuerdo con eso.
- No, y la verdad es que me siento mal por ellas, no tendrían que haberles preguntado nada – dijo Tom
- No, han sido unos completos idiotas. ¿Habéis visto sus caras? Habrán cambiado mucho pero en el fondo siguen siendo las mismas, siguen teniendo esa misma expresión en el rostro cuando se sienten bajo presión o cuando algo no les gusta. – medio sonrió Bill
- Es cierto- afirmó Gustav- Mañana hay que ir a verlas como sea.
- Y vamos a ir si todo sale bien, - dijo Georg
- Tiene que salir bien – afirmaron los twins al unísono.

La noche siguiente…

Nueve de la noche, tal vez algún minuto de en punto, las chicas salieron al escenario dispuestas a darlo todo por su público, porque… ¿qué serían ellas sin sus fans? Y allí estaban plantadas en el escenario con los primeros acordes que sonaban para todos los presentes. Sus conciertos estaban llenos de energía y terminaban cansadas, pues eran conciertos de dos horas y medias que valía la pena.

Esta vez las chicas decidieron ponerse algo más ligero para poderse moverse con soltura por el enorme escenario. Krystal se decantó por unos shorts vaqueros y una camiseta básica de color beig con unas bailarinas del mismo color y el pelo recogido en una cola muy original que al tiempo despejaba su pelo del rostro, mostraba su pequeño tatuaje situado en el lado derecho del cuello, un símbolo élfico.

Avril optó por unos pantalones piratas negros por encima de la rodilla, encima de este una camiseta de tirantes de color rojo con brillantina y unas sencillas bambas del mismo color.

Ireth, que como siempre quería destacar, se había puesto una minifalda vaquera con una camiseta palabra de honor blanca ajustada y unos zapatos de tacón del mismo color.

Lucy eligió unos shorts blancos vaqueros con una camiseta ancha azul, sujeta a la cintura con un cinturón. De complementos eligió un collar con su inicial. De zapatos escogió unas sabrinas, del mismo color.

Los chicos las observaban desde la zona VIP. Sin ser vistos y no podían contener la emoción de estar viéndolas en directo. El grupo alemán había sufrido y sudado mucho por estar allí. Les había costado convencer a sus novias para qu se fueran a ese maldito SPA, que encima, les había costado un dineral.

Las chicas seguían cantando y dándolo todo en cada canción, estaba a la vista que se sentían muy cómodas encima de un escenario y sobre todo actuando para un público tan maravilloso, que se entregaba tanto como ellas lo hacían. Las chicas cantaron muchas canciones, sobre todo las de su nuevo CD. Y cambiaron de atuendo en consecutivas ocasiones, haciendo que el concierto fuera muy original y divertido. Ireth, Lucy, Avril y Krystal siempre intentaban dar lo mejor, hablando con sus fans, riendo y, por supuesto, cantando y tocando. A medida que iba avanzando el concierto se iba poniendo más interesante. En una ocasión las chicas dejaron de cantar e invitaron a una fan a subir al escenario con ellas. Y compartir con ella un poco de ese momento. La muchacha que había tenido tanta suerte, se abrazó a las componentes del grupo y se hizo multitud de fotos. The Fallen Angels siguieron cantando, bailando y pasándoselo bien, pero cada minuto que pasaba indicaba que el concierto estaba llegando a su fin, cosa que algunas personas esperaban impacientes. Las chicas desaparecieron del escenario durante los últimos diez minutos para prepararse para el broche final. Cantarían una canción totalmente nueva, que no estaba incluida en ninguno de sus álbumes. Para este momento tan especial, lucían todas un vestido blanco pero de diferente corte. Avril lucía un corsé palabra de honor con una falda corta voluminosa acompañada de tutú; Ireth un corto vestido ajustado a su esbelto cuerpo, también palabra de honor; Krystal llevaba un vestido corto con escote de pico de tirantes; y Lucy también llevaba un vestido pero con manga corta y le llegaba hasta las rodillas. Las cuatro llevaban la melena suelta al viento. Casi parecían salidas de un cuento de princesas. Se colocaron en la pasarela que había en mitad del escenario tan cerca de sus fans como les era posible.

- Sintiéndolo mucho esto está llegando a su fin- empezó a decir Ireth
- Y por eso hemos compuesto esta canción tan especial – continuó Avril
- Ajá, y queremos que sepáis que gracias a vosotros estamos aquí…- prosiguió Krystal
- Que siempre os llevaremos con nosotras… Thank you so much, Hamburg! – finalizó Lucy con un aplauso al que al rato se le unieron las otras tres, un aplauso a sus fans, una forma de agradecer todo lo que hacían por ellas, su apoyo, su entrega y su cariño

Krystal se dirigió hacía su hermoso y querido piano de cola sentándose tras el, Avril tomo su guitarra y se la acomodó sobre las rodillas, Lucy cogió su bajo y se sentó, e Ireth se sentó en el taburete junto su hermana. Las notas musicales comenzaron a inundar la estancia llenándola de un sonido totalmente nuevo. Los fans levantaron las manos y la movieron de un lado a otro iluminando el recinto con cualquier artilugio que diera luz. La emotiva canción consiguió estremecer a la mayoría de los presentes. Ninguno quería que acabara, pero todo lo bueno acaba. Y al finalizar la canción, las chicas sonrieron creyendo conveniente una pequeña improvisación.

- Ahora Ireth nos deleitará con un asombroso solo de batería. – comunicó Avril con la sonrisa presente en sus labios.
- Tampoco soy tan buena, ¿eh? – dijo ésta humildemente. – Pero yo lo intento. – añadió riendo.

Ireth se colocó tras la gran batería y comenzó a tocar, Avril y Lucy se le unieron poco después a la guitarra y al bajo, Krystal al piano dio el toque final. Combinado distintos ritmos y estilos, hicieron que el público enloqueciera, gritara de la emoción, no faltó el punteo de Avril a la guitarra, el solo de Krystal al piano, incluso Lucy demostró sus artes al bajo. Cuando la pequeña improvisación llegó a su fin y las luces del recinto se apagaron dando por finalizado el concierto, las chicas sonrieron ampliamente al escuchar los gritos y los vítores de sus fans. Gracias, gracias, gracias. Solamente gracias.

Ya en el camerino reservado para ellas las chicas se dispusieron a ducharse, cambiarse, y arreglarse, querían ir a dar una vuelta por la ciudad para conocerla. No sería hasta la mañana siguiente que marcharían a la siguiente ciudad, Munich, por lo que tenían tiempo de sobra. Mientras Lucy se largaba a la ducha, adelantándose a todas, Avril, Krystal e Ireth se morían de risa por cualquier cosa, la tristeza que se había apoderado de ellas la noche anterior por el tenso momento que habían vivido en el programa en directo había desaparecido, o al menos la disimulaban realmente bien. Ireth hacía posturitas delante del espejo, en ropa interior, y las otras dos reían al verla.

- Que posturita más sexy… - le dijo su hermana.
- Pareces una p**a – rió Avril
- Si, pero gratis – bromeó Krystal
- ¡Oye! – se defendió la aludida
- Pero no te quejes, solo hay que mirarte, estás en ropa interior, con el trasero en pompa y poniendo morritos. Si alguien entra por esa puerta y te ve, va a ser la mejor anécdota de nuestras vidas. – aclaró Avril
- Sin duda. Yo lo grabaría y lo vendería por una buena cantidad de dinero. – bromeó Krystal riendo.

Las muchachas comenzaron a reír de nuevo a carcajadas ante el gesto de Ireth. Tiradas por el suelo, con las manos sobre el vientre que ya les dolía de tanto reír, se encontraban las dos mayores cuando la puerta del camerino se abrió y cuatro figuras encapuchadas entraron por ella. Dejaron de reír y se pusieron de pie. Ireth, que estaba de espaldas a la puerta y nos los había visto, las miró como preguntando: ¿Ya no os hace tanta gracia? A lo que las dos amigas la miraron y le hicieron un gesto que claramente decía: Date la vuelta ya. Ireth no las entendió al principio pero cuando pareció que empezaba a comprenderlo se empezó a dar la vuelta lentamente, abrió los ojos como platos cuando los encontró allí plantados, totalmente tapados, con enormes gafas de sol.

- ¡Aaaaah! – gritó corriendo a esconderse tras sus amigas - ¡Intrusos!

Todo quedó en silencio, las chicas contenían la respiración. No podía ser, no podían ser… Reconocerían esas figuras en cualquier parte, por muy tapados que fueran, por muy disfrazados que fueran. A la izquierda el más bajito, con sudadera negra, pantalones vaqueros, gorra. A su lado, un tipo un poco más alto, pelo largo y liso que le llegaba más abajo de los hombros. Vestía cazadora de cuero, camiseta negra, y vaqueros. Otro tipo a su lado, más alto que el anterior, vestía una enorme chaqueta dos o tres tallas más de las que necesitaba, con la capucha sobre la cabeza, camiseta ancha – igualmente el doble de tallas superior a lo que necesitaba – y pantalones vaqueros enormes. Por último, una figura alta y estilizada, con claramente ropas caras y a la moda, vestido completamente de blanco y todos sus complementos negros, botines con plataforma, cinturón. ¿Dónde se creía que iba este? Las chicas no sabían si reír, llorar, echarles la bronca por asustarlas de esa manera o mandarlos directamente a la mierda.

- Hola, chicas… - rompió el hielo el último de ellos.

Las pobres muchachas abrieron la boca para hablar pero ningún sonido escapó de su garganta, no podían hablar debido a la gran cantidad de sentimientos encontrados que invadían su interior, sentimientos como emoción, cariño, dolor, ira… Sin embargo, la emoción del momento, de saber quienes se encontraban allí con ellas después de tanto tiempo, venció y las chicas se dejaron llevar por ella, corriendo a abrazarlos como si se les fuera la vida en ello. Sin saber cómo, Krystal se vio abrazada a Bill, con el que había estado más unida de los cuatro chicos; Ireth a Gustav, y Avril a Tom; Georg carraspeó llamando la atención de las chicas que se dieron por aludidas y corrieron hasta él. Los otros tres medio rieron.

- Estáis celosos, está claro. – bromeó el del pelo largo
- Seguro… - ironizó Tom

Las chicas se alejaron de su gigante amigo y continuaron con sus saludos, entre risas, bromas y gritos que hicieron captar la atención de la rubia que se encontraba en la ducha y que salió enredada en una simple toalla blanca de baño preguntando: ¿Por qué tanto jaleo? Sus amigas la miraron, ella miró a los chicos, los chicos le devolvieron la mirada. Momento tenso en el que las miradas se repartían por la habitación.

- ¿Quiénes son esos? – preguntó Lucy enarcando una ceja y señalándolos. Avril, Krystal e Ireth la miraron como ¿perdona? – Ah, que son vuestros tíos para esta noche ¿no? ¿Y no contáis conmigo? ¿Dónde está el catálogo? Que yo también quiero probar a los alemanes…
- Lucy… que son… Tokio Hotel… Bill, Gus, Tom, Georg… ¿te suenan? – le dijo Krystal sin creerse lo que acababa de escuchar.
- ¿Quién? – preguntó
- A ver, cariño…- empezó a decir Ireth - ¿Monsoon? ¿Don´t Jump? ¿Scream? ¿Automatic?
- Aaaaah, el grupo ese que el cantante parece una chica… ¿no? ¡Anda pero si es ella! Una duda existencial, ¿eres chico o chica? ¡Que no, hombres! ¡Que es broma! ¡claro que me acuerdo de vosotros! – sonrió la rubia, aproximándose a ellos. – Bill, no pongas esa cara o te saldrán arrugas. No dudo de tu sexualidad.
- ¡Hay que ver con la rubia! – exclamó Tom – Como se las gasta…
- De ti si que no me acuerdo… Recuerdo que había uno que llevaba rastas y que era más feo… Pero él se creía que era algo así como el dios del sexo… ¿Alguien lo ha visto? Por fin descubrió la verdad, ¿no es así? Pobrecito, seguro esta deprimido en casa y tuvisteis que contratar a este… - Tom enarcó una ceja.
- Ese tío soy yo… - achinó la mirada. – Y si de verdad dudas de mis capacidades, ven a comprobarlo cuando quieras.
- Si, si, me lo apunto. Estoy libre en diciembre de 2050… ¿Y tú?
- Ya veremos…

Un momento después las risas inundaron el habitáculo. Dejando las bromas aparte, Lucy saludó a los chicos de forma correcta. Se alegraba de verlos, saber que estaban bien…

- No me lo puedo creer, estáis aquí, en Alemania, en Hamburgo… - comentó Bill
- Si, y en ropa interior… - hizo notar Avril
- Y sin ropa – agregó Lucy. Los chicos parecieron darse cuenta al fin.
- ¡Vaya! Perdonad, no ha sido nuestra intención… - se disculpó Gustav, dándose la vuelta y obligando a sus amigos a hacerlo también.
- Pero ya que lo dices… Si que habéis… cambiado. – agregó Tom alzando las cejas moviendo el piercing del labio. Avril, que era quien estaba más cerca, le propinó un puñetazo en el hombro. Él fingió quejarse.
- ¿Sabéis? Hay una puerta delante de vosotros… - tanteó Krystal
- ¡Usadla! – gritó Ireth
- Oh, claro…- se dio por aludido Bill, mirando la puerta y girando el pomo – Vamos, chicos, fuera…
- ¿No os fiáis de nosotros? – preguntó Tom haciéndose el gracioso. Las chicas estallaron en carcajadas.
- No, no es que no nos fiemos de vosotros… Es que no nos fiamos de ti, Tom. – apuntó Krystal, lo que hizo que éste riera.
- Nuestra relación no ha cambiado mucho, ¿eh, Krys? – bromeó.
- No, la verdad es que no… Pero yo te quiero… A mi manera.

Ireth, Avril y Lucy rieron a carcajadas mientras los chicos salían por la puerta. Una vez estuvieron fuera, las chicas se miraron a los ojos sin poder decir nada. ¿Aquello era un sueño? Jamás habían pensado que se encontrarían con ellos, los habían imaginado en Los Ángeles, grabando, en plena gira, quien sabe… Pero no allí, en Hamburgo, en su concierto, en su camerino… Definitivamente no estaban preparadas para ello, sin embargo, se alegraban y analizaban cuan de peligroso podía resultar el haberlos encontrado con ellos de nuevo. ¿Se podía olvidar el pasado? ¿Podían simplemente tratarlos como amigos?

Una a una las chicas fueron yendo hacia la ducha mientras las otras se arreglaban o buscaban la ropa que lucirían aquella noche, estaban dispuestas a seguir adelante con el plan que tenían, el de ir a visitar la ciudad y conocerla solo que ahora estarían algo más acompañadas, y estaban seguras de que éstos serían unos guías turísticos excelentes. Ireth, tan provocativa como siempre, se decantó por lo más sexy que tenía en aquella maleta que había traído del hotel para cambiarse después del concierto. Sin querer pasar desapercibida, y menos esa noche, optó por unos mini shorts ajustados con medias de rejilla y unos botines negros con taconazo, arriba un top azul oscuro de tirantes ceñido a su esbelto cuerpo marcando todas sus curvas. Lucy eligió para ella una falda vaquera blanca con un top que cubría el pecho dejando su plano vientre al descubierto, negra y botas también negras. Krys se decantó por una mini falda negra combinada con botas altas de tacón de aguja, y camisetas superpuestas para la parte de arriba, dos camisetas de tirantes básicas en colores blanco, más larga para encima, y una negra, corta y debajo. Avril, rockera donde las haya, usó pantalones cortos vaqueros negros, camiseta básica blanca con algunas líneas que imitaban las cuerdas de la guitarra, botines negros de tacón alto, y su cazadora de cuero favorita. Un cinturón de tachuelas situado a las caderas daba un toque más rockero. El maquillaje para ésta estaba claro: abundante sombra negra en los ojos, brillo de labios y poco más, Krys combinó los dos colores de sus camisetas en la sombra de ojos, Ireth usó delineador azul y Lucy sombra blanca para sus ojos. El peinado para las dos pequeñas era algo más normal, les gustaba el pelo liso y al viento, Lucy se colocó una fina diadema negra y lo dejó, Ireth ni siquiera eso, ya destacaba considerablemente. Krystal improvisó un medio recogido que sostenía el pelo apartado de la cara dejando el resto suelto, añadiendo unas extensiones de colores fucsia y lila que le daban un toque gracioso y original. Avril recogió toda su melena en una alta cola de caballo algo desgreñada dejando el pelo cayendo sobre la espalda y se hicieron visibles algunas ondulaciones. Cuando estuvieron listas, las hermanas junto con Lucy se miraron al espejo.

- ¿Quiénes son esas chicas tan guapas? – preguntó Ireth
- No se, no las conozco… - rió Lucy
- ¡Pero si somos nosotras! – descubrió Krys.

Avril, que las estaba mirando desde la puerta, puso los ojos en blanco, dejándola muerta por el comportamiento de sus supuestas amigas. ¿Dónde estaría ya el inmenso ego que poseían? Pasando de eso, intentando no buscar una respuesta para esa pregunta, abrió la puerta con un: Os veo luego cuando volváis a la Tierra. A lo que ellas la miraron fulminándola con la mirada. Ella solo rió ante ese gesto y salió por la puerta, reuniéndose con los chicos que todavía esperaban fuera del camerino. Avril se preguntó cómo es que habían aguantado tanto.

- Hey – los saludó Krys cuando al fina salieron de la habitación – No habréis estado esperando mucho, ¿verdad? – sonrió la morena.
- Claro que no, y aunque así fuera, creo que ha valido la pena – agregó Bill mirándola fijamente y sonriendo.

Krys apartó la mirada, incómoda, no quería pensar… Era mejor así, manteniendo las distancias.

- Bien, ¿y cuál es el plan? – preguntó la pelirroja para salir de aquel perturbador momento.
- Teniendo en cuenta lo tarde que es… ¿Qué queréis hacer? – las invitó Gus.
- Vamos a dar una vuelta y nos ponemos al día, ¿os parece? – ideó Georg, todos coincidieron con él.

Así, juntos que no revueltos, abandonaron el local, no sin antes comentárselo al manager de las chicas que no tuvo ningún reparo en que salieran a divertirse. Igualmente le gustó ver a los chicos después de tanto tiempo. Pasaron tiempo intercambiando opiniones sobre la música que habían estado haciendo tanto ellas como ellos en esos años que los habían distanciado y, tras despedirse, salieron a dar una vuelta por las solitarias calles de Hamburgo. Aquella ciudad era tranquila. Recorriendo las calles de la ciudad, charlaban entre ellos, poniéndose al día de todo cuanto les hubiera pasado a lo largo de estos años, el increíble cambio de ellas, el de ellos, los ligues, los problemas, las cosas divertidas presentes en el día a día… Conversaciones extensas que nunca parecían acabar y que realmente agradecían pues a lo largo de los años se habían echado de menos y ahora querían recuperar aquel tiempo perdido… Contándose mutuamente cantidad de anécdotas y riendo parecía existir el involuntario, inesperado y diminuto roce entre ellos. ¿Cómo? Ciertamente no había una razón clara. A pesar de ser todos amigos, siempre hay una persona con la que sueles conectar más de cierta forma, con la que sientes algún tipo de conexión, y eso es lo que pasaba por ejemplo con Ireth y Gustav; dos personas que, a pesar de los cuatro años que habían estado separados y completamente incomunicados, estaba claro que había algo entre ellos, solo había que prestarles un poco de atención. Caminaban uno al lado del otro, reían, charlaban sin cesar, se les veía bien juntos. Las demás miraron a la extraña pareja. Apostaban por ellos, igual un poco despacio, pero sabían que de allí iba a salir algo. Por otra parte se encontraba Lucy con la melena al viento mirando detenidamente el suelo, momentos de esos en los que te quedas pensativa sin saber bien por qué. Solos unos segundos después Georg se acercó y la asustó. Cosa que hizo que ella le dedicara una mirada fulminante y el riera. Después de aquel momento ambos se enfrascaron en una fluida conversación en la que no faltaron las risas y las bromas entre ellos, apartando las diferencias a un lado. Unos pasos más adelantados, la pelirroja y el ex rastafari charlaban entre ellos y reían, lo que hizo que Krys riera, ¿eran cosas suyas o allí había algo? Porque de ser solo amigos, él no habría pasado el brazo por la cintura de ella… ¡Y ella se dejaba! “Avril, por favor, no empieces otra vez…” pensó la morena sabiendo dónde podría acabar aquello. Ninguno era de atarse a alguien y nadie le impedía seguir adelante con aquello… Sonrió. Si para su amiga estaba bien asi, ¿por qué no para ella?

- ¡Tom! – lo llamó el menor de los gemelos.

Krys se volteó para ver al esbelto cantante, la expresión de su rostro era seria y parecía no haber emociones en ella. El mayor de los Kaulitz se volvió al escuchar a su hermano llamándolo, y solo un movimiento de cabeza de éste hizo que apartara rapidamente el brazo de donde lo tenía y que se alejara varios centímetros de ella. ¿Qué demonios acababa de pasar ahí? Las dos amigas intercambiaron una mirada que pronunciaba claramente aquella misma pregunta. Tom miró de nuevo a Avril sonriendo, como si nada hubiera pasado, pero estaba claro que algo pasaba, se notaba en el trato de él hacia ella, ahora mantenía las distancias todo lo que podía. Por su parte, Krystal miró a Bill, se comportaba como si fuera alguien superior a ella, frío, calculador, pendiente en todo momento de lo que hacía su hermano y vigilando mantenerse alejado de ella. ¿Qué había pasado ahora? ¿Dónde quedaba la emoción contenida en el camerino de las chicas? No entendía nada, había sido tan entrañable y cálido el abrazo que le había dado al verla que ahora no comprendía por qué se comportaba de aquella manera fría y distante. No lo pensó dos veces, aquella noche ella quería divertirse ante todo y no pensaba dejar que el comportamiento de alguien a quien creía su amigo lo arruinase, así que corrió junto a su amiga, Avril, que ahora mantenía una conversación con el mayor de los gemelos que no era nada fluida y en la cual las risas y las bromas se habían apagado que solo fueron retomadas con su llegada pero ninguno olvidaba el momento frío que había tenido lugar entre ellos. Bill miraba el extraño trío de amigos que se había formado unos pasos delante de él, y clavó la mirada en la larga melena de la morena. Había dolido hacer todo aquel paripé, el de mantenerse con aquella superioridad que nada tenía que ver con él. Que decir que no podía aguantar las ganas de ir corriendo hacia Krys, decirle la verdad, hablar con ella, reír, bromear como si los años que habían pasado solo hubiera sido un pequeño distanciamiento de apenas unas semanas, poder hacer como su propio hermano había hecho con la pequeña pelirroja, abrazarla… tocarla. Pero no podía, no debía poner en peligro a quien tanto le importaba, y no solo a ella si no también a las otras tres… Tenía que mantenerse alejado, costase el precio que costase…

3 comentarios:

  1. Cada vez siento mas intriga por esta historia chicas, de verdad, espero que siga así

    ANIMO BESOS!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Animo y continua escribiendo, leo cada cosa que publicas.

    ResponderEliminar
  3. Vale, no se si me equivoco, pero, este es el ultimo capitulo que han subido?? No tengo ni idea del por que, si su historia es una de las mejores que eh leido, bueno, que estoy leyendo, por favor, si leen mi comentario, les suplico que la sigan, y si ya la siguieron y no estoy ibformada de eso, haganmelo saber, por favor... Su historia, realmente me gusta! :)

    ResponderEliminar