RECUERDOS DEL PASADO CAPITULO 4

Este capítulo quiero dedicarlo a tres personas importantes en mi vida y que me animaron a seguir adelante con el fic. En primer lugar a mi amiga Mari, que me animó a participar en el concurso, ¡gracias, guapísima! En segundo lugar a la verdadera Alice… ¡Está tan loca como en el fic! Y en tercer lugar a mi amigo Elfire que aguanta siempre todas mis paridas de los chicos de Tokio Hotel, sin gustarles nada… ¡Gracias por aguantarme! En fin, eso era todo. Disfruten del capítulo y no se olviden de comentar. Muchos besos.

Bill le contó toda la conversación que había tenido con su hermana y aunque no había sido ni fluida ni relevante había sido importante para él pues sabía que estaba bien y que no los había olvidado en estos tres años.

Tras escucharlo todo, los tres amigos quedaron en silencio asimilando la idea. Tenían que encontrarla, tenían que hablar con ella… Como sea, al precio que fuera…

A muchos kilómetros de distancia dos amigas se sentaban en la cama de la habitación de una de ellas. Alice estaba muy sorprendida ¿Qué hacia Bill hablando con Sam? ¿Acaso lo conocía? ¿Habían sido amigos? ¿O tal vez algo más? Alice ya no sabía que pensar. Quería aclararse. Tenía que hacerlo. Porque aquello que había visto hoy no era nada normal. ¿Su mejor amiga hablando con su cantante predilecto como si nada? ¿Así como así? Todo era muy extraño…

-Sam, ahora… ¿me podrás explicar que hacías hablando con Bill?
-Supongo que ya es hora de que sepas la verdad… - suspiró la aludida
-¿De qué verdad me estás hablando?- preguntó Alice confundida.

Pero Sam no contestó de inmediato. Fue directa a su armario donde tenía guardado algo más que ropa. Su pasado se encontraba resumido en unas simples fotos y un trozo de papel guardados en una simple caja de madera que le había regalado su tía nada más llegar a España. Con cuidado abrió el recipiente y extrajo las fotos. Se las tendió a su amiga que esperaba con impaciencia.

Una a una, Alice fue pasando las fotografías y Sam les echaba un vistazo. Ciertamente ya hacía mucho tiempo que no las veía. Y las lágrimas empezaron a agolparse en sus ojos al verlos a todos juntos, unidos como habían estado… Dejó de mirar las fotos y fue junto a la ventana, sentándose en el alfeizar y mirando al frente. Sus ojos no observaban nada, su mirada estaba perdida entre los recuerdos…

-Conociste a los chicos de Tokio Hotel…- no era una pregunta, era claramente una afirmación.
-Fuimos como hermanos… - contestó Sam a su amiga aún sin mirarla
-Me alegro por ti.
-¿No te enfadas?
-Debería. Pero no voy a hacerlo. Me has ocultado esto, que es como algo inimaginable para mí, pero supongo que has tenido tus motivos… Sin embargo, vas a tener que recompensarme… - Sam sonrió ante el buen humor de su amiga y fue a abrazarla.
-Tranquila, te presentaré a Bill…
-Vas a tener que hacer mucho más que presentármelo.

Las dos amigas rieron. Alice estaba alucinada, jamás había podido imaginar que su mejor amiga fuera la mejor amiga de sus chicos favoritos, hombre alguna vez que otra le había estado insistiendo en que era imposible que fueran de la misma ciudad y no les hubiera visto alguna vez y ella simplemente le hacia creer que Magdeburgo era una ciudad grande con mucha gente…

De pronto, Alice reparó en una foto, una bastante inusual. Y ella se dio cuenta de que era bastante rara para ser solo amigos…

-Tom y tú…
-Tuvimos algo, pero de eso hace ya mucho tiempo… Olvídalo… - le cortó en seguida Sam al ver que ella empezaba a hacer especulaciones.
-Entiendo. ¿Y esto?- preguntó cogiendo el trozo de papel arrugado de la caja y enseñándoselo a su amiga.
-Eso es una carta… Me la entregó antes de subir al avión… El niño no sabía como decirme… - calló de pronto, estaba hablando demasiado…
-No necesito leerla. Me basta con las fotos… Te creo- dijo Alice guardando las fotos y el papel en la caja y entregándoselo a su amiga. Esta volvió a guardarla donde estaba. – Así que no tenías nada que ver con los tokitos ¿eh? – Sam rió, Alice había empezado a llamarlos así desde que se había enterado del nombre del grupo. “Es más corto” se defendía.

Sam sonrió al ver a su amiga tan despreocupada, se había quitado un gran peso de encima. Dio gracias a Dios por hacerle el favor de que su amiga no se enfadara. Nunca había sido una devota pero al menos podía haberle hecho ese favor después de todo el sufrimiento que le había causado.

-Oye, Sam… ¿Por qué os separasteis Tom y tú?

Su amiga dio un largo suspiro antes de contestar.

-No hay un motivo claro… Por aquel entonces ellos estaban empezando a triunfar gracias a Durch den Monsun, habían sido elegidos por Universal, una discográfica realmente enorme, creo que hacen honor a su nombre, y ya no tenían casi tiempo para verme. Ellos hacían lo posible siempre y yo no les echaba la culpa. Siempre había creído que triunfarían, y que llegarían muy lejos, tenían y tienen mucho talento, pero para mí fue demasiado pronto. Me llamaba todos los días. Y siempre que podía venía a verme. Siempre me pedía que me fuera con él y con mis amigos a las ciudades que visitaban pero no podía abandonar el instituto, ya sabes como soy yo con los estudios… Si ellos ya tenían su futuro claro, yo todavía quería luchar por estudiar una carrera, para nada quería vivir a costa de ellos, y siendo siempre “la amiga de” Si yo triunfaba, lo haría por mi y mis logros. Total, que nos distanciamos un tanto… A todo se sumó la muerte repentina de mi padre en aquel accidente de coche… Ellos abandonaron su pequeña gira alegando una enfermedad del cantante, para apoyarme. Realmente estaba fatal aquellos días… Y más lo estuve cuando supe que mi custodia se la quedaría mi madrastra. No quería aceptar el hecho de que aquella mujer cuidara de mí. Y entonces fue cuando mi tía me dijo que la manera de que eso no ocurriera sería volviendo a España. Ellos pensaron que era broma cuando se lo dije. Pero al ver mi expresión se dieron cuenta de que no era una broma, que me iba… No querían, se negaron en redondo a dejarme ir, pero al final me entendieron… Y aquí estoy… Como ves, no hubo un “porque me puso los cuernos” ni un “acabé aburriéndome de él”. Yo le quería, muchísimo…

- Sam…- Alice notó cómo su amiga luchaba en su interior para que las lágrimas no brotaran por sus ojos. Supo que hacía tiempo que luchaba contra aquel amor que sentía en su corazón, pero no podía hacer nada. Ella le seguía queriendo, tanto que dolía, y por eso jamás se había fijado en ningún otro. Pensándolo bien, en comparación con Tom, ninguno valdría la pena… Pero no era el momento para pensar con las hormonas, si no de ayudar a su amiga. Se acercó a ella y la abrazó. Eso fue bastante para ella. En un momento se convirtió en una fuente de agua…