domingo, 29 de noviembre de 2009

RECUERDOS DEL PASADO CAPITULO 18

¡Hola a todos otra semana! En primer lugar y como siempre agradeceros vuestros comentarios, de verdad muchas gracias por su tiempo, para mí es importante saber que esta historia gusta a muchos. ¡Gracias por estar ahí! En segundo lugar agradecer a las chicas y chicos, ¡que no me olvido de ti, Kike! Que participaron en el chat tokiohotelero el sábado 21, ¡pasé una estupenda velada con ustedes! Gracias Pao, Ale, Tokita, Pkniia, Any, Aemara, Kike por supuesto, Jessica, y perdón si me olvido de alguien pero es que ¡fuimos un montón! Y por último citando a una gran autora de manga que tuve la oportunidad de conocer hace poco les dire que espero que me odien al final del capitulo pues eso demostrara que les ha gustado… Así que ¡ódienme! ¡Ódienme a muerte! Besos y cuídense. Creo que me e enrollado demasiado en la introducción del capítulo…


No era que los chicos fueran unos expertos, bien saben que eso no es así pero Sam era su hermana y harían lo posible por verla sonreír de nuevo. Y si eso conllevaba a hacer el idiota lo harían sin rechistar...
Ya en el parque al que solían ir las chicas cada viernes por la noche a juntarse con todos sus amigos skaters Sam se dio una vuelta en su skate antes de nada, era la que más lo necesitaba. Encima de su pequeño vehículo se olvidó de todo incluso de que sus amigos la estaban mirando sentados en un banco sin apartar la mirada de la que cariñosamente llamaban “enana”. Lo hacían porque claro estaba era la más bajita de todos… Lógicamente porque era una chica y todas las chicas son más bajas… A ella le daba rabia cada vez que la llamaban así pero ya pasaba del tema, eran ya muchos años… Volvió a donde estaban sus compañeros y se paró en seco bajándose del skate y dándole una patada sobre la parte trasera para que la delantera subiera hasta la altura de su mano donde lo agarró.
-¿Estás mejor? – le preguntó Bill
-Mucho mejor, gracias chicos… - ellos le sonrieron como única respuesta, no tenía que agradecerles nada… Eran taaaan monos… - ¿Queréis probar? – les ofreció. Ellos se miraron ceñudos… -Miedicas…
-¿Miedica? ¿A quien llamas tú miedica? ¡Trae eso! – le espetó Tom cogiendo el skate de las manos de Sam y montándose encima.
Los demás vieron cuando empezó a andar sobre las cuatro ruedas. No se le daba mal, tenía un buen equilibrio pero su inmenso ego le jugó una mala pasada… Cuando giró la cabeza para exclamarles una de sus célebres frases de “Yo soy el mejor” no reparó en el banco que tenía delante y casi se lo come… El golpe fue impresionante. Tom cayó de espaldas sobre el cemento del suelo de la placeta haciéndose daño en la espalda… Sam echó a correr en su dirección sin darse cuenta de que los demás la seguían… Solo le importaba él… Maldita sea, otra vez esa sensación… Otra vez prendada de él… Aunque en esos momentos ella no se daba cuenta de eso, solo tenía en la mente si Tom se había hecho daño de veras… Cuando llegó junto a él, éste ya estaba medio levantado sentado en el suelo y pasándose una mano por la cabeza… Se arrodilló a su lado…
-¿Estás bien?
Tom alzó la vista y se encontró con los inconfundibles ojos verdes de su amiga. La expresión de su rostro lo dejó un poco confundido… Conocía esa expresión y hacía tiempo que no la tenía. Era como si se hubiera olvidado de utilizarla. Pero la conocía. Era la misma que ponía cuando él salía herido tras alguna pelea con los chicos de la clase después de haberla defendido a ella… Ella siempre se acercaba a él con esa carita de niña asustada y se abrazaba a él susurrándole cosas como “Tomi, ¿estás bien? No te han hecho nada, ¿verdad? Lo siento, lo siento… “ Siempre era ella la que se lamentaba por los golpes que él recibía, pero él sentía que tenía que hacerlo… Tenía que defenderla pues era su hermana y nadie se metía con su hermana… Y ahora, años más tarde, ella tenía la misma expresión en su rostro haciéndola tan tierna, tan dulce… Justo iba a alzar su mano para tocar su cara cuando alguien lo despertó de su ensoñación…
-Tom, contesta, Tom… - la voz de su hermano lo llamó. Él bufó. Estaba mejor antes…
Mientras estaba recordando a su mente no había llegado la sensación de dolor que ahora sentía. La espalda le dolía horrores y le costaba levantarse… Aún así se incorporó como pudo y volvió a sentarse en el banco con la espalda recta, era la postura que menos le dolía. Una vez cómodo miró a Sam, la expresión de su rostro no había cambiado, seguía con esos ojos abiertos de par en par y esas mejillas encendidas mientras se mordía el labio inferior… Sonrió. Estaba hermosa cuando hacía eso… Un momento, ¿qué estaba pensando? Sam era su amiga, nada más… Si, era cierto que ambos habían tenido una historia en el pasado pero eso había pasado ya… Ahora no eran niños y eran personas muy diferentes… Dirigió su mirada a Alice que se reía al lado de Sam mientras cogía su skate para ponerse ella misma a practicar. Esa era con quien debería estar. Al menos una noche. Él no buscaba nada más. No le interesaba nada más que el sexo… Quitando la música, claro… No estaba hecho para relaciones serias y duraderas… Le gustaban todas las chicas y era incapaz de serle fiel a una sola… Salvo a una. Sam, por supuesto. De los casi seis meses que habían estado juntos no hubo nunca otra además de ella, no solo porque Georg, Gustav e incluso Bill lo matarían y lo odiarían si no porque ella era la única que lo hacía sentirse bien. Nunca la había quitado su libertad, ni le había pedido explicaciones. Si hubiese sido otra chica, Tom hubiese pensado que era tonta, pero no era eso. Sam confiaba en él tanto como confiaba en los otros. Habían estado juntos desde los siete años y habían pasado tantas cosas juntos que él se había visto incapaz de hacerle daño. A pesar de que ella estaba en Magdeburgo y él en cualquier punto de Alemania. Realmente era la única que lo conocía, que lo quería tal y como era y que era capaz de ver todo lo bueno que había en él que otros nunca llegaban siquiera a darse cuenta… Por eso, Sam sería la única chica en su vida. Ahora y siempre. Nunca se lo había comentado a nadie. Pero él jamás había olvidado a Sam. Principalmente por eso, porque creía que ella era la única que lo hacía sentir bien y especial. Por mucho que las demás se esforzaban por tener un cuerpo bonito con el que impresionarlo, eso a él no le daba mucha importancia. Claro que le gustaban las otras chicas con las que había estado, pero solo era eso. Pura atracción física. Nadie podría comprenderlo como Sam lo había hecho. Por eso, se había sentido casi obligado a buscar a cualquier otra que se le pareciera un poco… Búsqueda que no obtuvo resultados. Nunca podría tener esa misma confianza que había perdido con Sam, nunca habría otra chica con la que hablar durante horas, divertirse juntos… Las demás chicas sólo se fijaban en él por su físico. Obviamente eso a él no le importaba. Siempre había sido guapo, y se las llevaba a todas de calle, pero ansiaba algo más… ¡Quien lo diría al ver la personalidad que Tom había creado para sí mismo! Todo el mundo que lo veía a simple vista podía deducir que era un mujeriego, que era un creído, y que le resbalaba todo cuanto fuera ajeno a él... Bien, esa era la impresión que quería dar, pero él no era así. Estaba cansado de esa imagen, pero debía mantenerla, algo que vendía mucho en el mundo de la fama y el espectáculo era la imagen. Todo era la imagen. Si, claro, no le desagradaba del todo… ¿A qué chico de 17 años le desagrada la buena vida, el dinero y las chicas regaladas? Pero había algo más… Algo que ninguno debía saber… Algo como que se sentía vacío por dentro al llegar a casa, a su pueblo de toda la vida y sentir que Sam no iría corriendo a encontrarse con él y darle un beso y un abrazo… Algo como una extraña sensación de nostalgia que se apoderaba de él cada vez que pasaba por enfrente de su casa y la veía vacía, cuando miraba la ventana de su habitación y veía las cortinas echadas y la persiana bajada, como si allí no hubiera vivido nadie… Como cuando se sentaba en el porche de su propia casa y casi podía verlos a ellos tres dando saltos por el césped pisando las flores de su madre… Como la había extrañado… No se había dado cuenta antes de lo mucho que la había echado de menos… Se levantó de su asiento sin percatarse de su dolor de espalda y corrió hasta ella, donde la abrazó con fuerza sin dejarle escapatoria a la pobre, que se quedó con los ojos como platos sin saber bien que hacer…
-Abrázame… Abrázame y no me sueltes… Nunca… No… No quiero perderte otra vez…
Sam así lo hizo, no entendía nada de lo que pasaba pero pudo ver que aquello para su amigo era importante así que trató de hacer lo que él le pedía… Sintió su cuerpo partirse en dos ante la brutalidad del abrazo de su amigo… Pero había algo más… Tom estaba… No, no era posible… Tom nunca… Abrió los ojos como platos cuando vio sus ojos humedecidos… No estaba llorando, claro, él nunca lo hacía pero sí estaba a punto… Sam no podía dar crédito a lo que sus ojos veían pero no pudo decir nada… Aunque se moría por una explicación no la pidió. Sabía que a su amigo le había pasado algo por la mente y que hacía tiempo que quería hacer lo que acababa de hacer… Pensó en el mensaje de texto que ella le había mandado una semana antes y en la pésima contestación que recibió... Tal vez esta era su respuesta, que la perdonaba y que él también le estaba pidiendo disculpas por su comportamiento… Era tan rico… Lo adoró aún más… Y aceptó completamente sus disculpas dándole un beso en la mejilla… Nunca le diría a nadie que lo había visto emocionado de veras… Creyó que él lo entendió así… En fin…
Volvieron junto a los demás como antes habían venido al parque, con Tom pasando su brazo por entre los hombros de Sam y el brazo de Sam por la cintura del otro… Era demasiado alto para llegar hasta los hombros… Una cosa es que lo hicieran de pequeños cuando tenía más o menos la misma estatura pero ahora Tom era enorme y ella tan bajita… Descubrieron que durante su pequeña ausencia mental, que no espacial pues solo les separaban escasos cinco metros de los demás, Alice había sufrido un pequeño accidente que no le había causado ningún daño pero que a Bill le preocupó bastante, pues la herida de su rodilla estaba sangrando un pelín, él ya estaba hablando de ir al hospital…
-Eres un exagerado, Bill… - le decía Georg, cansado…
-Pero, ¿y si está infectado? ¿Y si se ha roto algo?
-Bill, está bien… - Gustav intentó calmar a su amigo que miraba a Alice preocupado.
Sam se deshizo del abrazo de su amigo y fue junto a su amiga en el banco. De su mochila sacó un pequeño neceser. Siempre lo llevaba consigo. Nunca se sabía cuando iba a pasar algo de esto… Estaban tan acostumbradas a estas caídas que ya ni siquiera les hacían daño... Sacó una venda y limpió la herida con alcohol para desinfectarla. Más tarde colocó otra venda encima de la herida y la sujetó con esparadrapo. Listo. Alice ya podía mover la pierna. Las raspaduras desaparecerían en algunas semanas y no quedaría más que una pequeña cicatriz.
-Georg tiene razón, Bill, eres un exagerado… Parece como si nunca te hubieras caído… - le dijo Sam a su mejor amigo mientas volvía a guardar todo en el neceser y poniendo este de vuelta en la mochila. Este le sacó la lengua. Ella sabía perfectamente que Bill estaba continuamente tropezándose con sus propios pies y muchos de esos tropezones le hacían visitar el suelo desde la cabeza hasta los pies, y mira que era alto el niño…
Los demás rieron mientras Bill atacaba a Sam con una guerra de cosquillas que acabó perdiendo Bill, puede que Sam sea la chica pero sin duda no era la más débil… O eso o que Bill se dejaba ganar aposta… Después de un rato Alice bostezó sin querer y se lo contagió a Sam, las dos estaban muertas de sueño, no era que se estaban aburriendo, nada que ver, pero después de estar una semana levantándose a las siete de la mañana y acostándose pasadas las dos y media, ¿quién no lo tendría? Los chicos acompañaron a Alice a casa y luego a Sam que les ofreció quedarse allí a dormir como en los viejos tiempos… Que decir que ninguno de ellos dijo que no… No era muy tarde así que todos ayudaron a Sam a sacar un par de colchones al salón y luego se cambiaron. Sam alucinaba, hacía tiempo que no hacían esto. Más de tres años, incluso desde antes de que ellos empezaran a grabar con Universal… Se metió a su cuarto a cambiarse. En seguida se puso su pijama gris que le había regalado su amiga por su anterior cumpleaños, se cepilló los dientes y se peinó el pelo. Cuando salió se encontró a los cuatro tumbados ya en los colchones a pierna suelta como si estuvieran en su propia casa pero no fue eso lo que la impresionó. Georg y Gustav ya estaban tirados en la cama improvisada como si nada, mirando al techo con los brazos flexionados bajo la cabeza y… ¡madre mía! ¡Que brazos! Sam desvió la mirada para encontrarse a Bill despojándose de sus “accesorios de trabajo” como él los llamaba y dejándolos sobre la mesita que había en el diminuto salón… La verdad Bill no había cambiado mucho desde la última vez que lo había visto, si, es cierto que le había cambiado el rostro y que sus rasgos eran más maduros pero digamos que Bill no era de los que solían ir al gimnasio… Esto la hizo sonreír… A Bill no es que le pegara mucho lo de ir de tipo cachas… Él era más rollo sensible… Y en esto que reparó en algo más… Sentado en el colchón desatándose los cordones de las deportivas para descalzarse, Tom ya se había quitado la camiseta y eso hizo que las hormonas de Sam se disparaban… De nuevo… Conforme estaba solo se le veía la espalda pero ¡madre de Dios! ¡Que espalda! En un momento por la cabeza de Sam solo pasaba la idea de tocar esos músculos bien formados con sus propias manos, recorrer con su dedo el contorno que se dibujaba en su espalda y finalmente llegar hasta su trasero que calculando como estaba el torso seguro que esa parte también estaría como para comérsela… Sam agitó la cabeza de forma frenética para apartar esas ideas de su cabeza, por Dios, Tom solo era su amigo… ¡Ay, pero como estaba el amigo! Sacudió la cabeza de nuevo…
-Sam, ¿estás bien? – Bill la había pillado agitando la cabeza con desesperación. Al escuchar la pregunta todos se volvieron para mirarla…
-Ehm… Si, claro… Solo era una mosca cojonera… Y como tengo las manos ocupadas… - Si, en tu mente con su espalda… La atacó su pensamiento gracias a Dios era verdad, llevaba con ella su almohada… Los demás rieron… - Mmmm… Bueno, voy a avisar a mi tía que os vais a quedar a dormir por si se despierta y cree algo que no es… - No te escaquearas tan fácil de tu mente calenturienta… Otra vez ese pensamiento… Y era cierto, aún no podía apartar la imagen de Tom sin camiseta de su retina…
Sam fue a la habitación de su tía que la encontró viendo la televisión antes de dormir. Gracias a que no estaba durmiendo… Ahora la necesitaba más que nunca… Abrió la puerta poco a poco y preguntó si podía pasar. Su tía la recibió con una sonrisa y le hizo un hueco en la cama. Muchas veces se quedaban las dos en esa misma cama charlando hasta las tantas hasta que se quedaban dormidas pero esta no iba a ser una de esas noches…
-Tía, he invitado a los chicos a dormir…
-¡Que bueno, Sam! ¿Ya está todo bien entre vosotros?- se interesó su tía
-Todo genial… Salvo que hoy Tom se comportó extraño…- su tía le lanzó una mirada que decía claramente: Ya me lo estás contando. Y así lo hizo. Con su tía no tenía secretos. Era una de las personas que mas confianza le daba y la que le había ayudado en todos los momentos…
- Mmmm… Puede ser que se haya dado cuenta de algo… Deberias preguntarle… - le aconsejó su tía una vez conocidos los detalles- Pero cuando estéis solos… - a Sam se le puso la cara blanca cuando escuchó a su tía decir eso… Recordó los músculos tensos de su espalda… Se mordió el labio… - Sam, hay algo más que no me quieres contar…
-Me da vergüenza…
-¡Que tonta eres! Anda, suéltale a tu tía eso que tanto te gusta… - Sam así lo hizo. Muerta de vergüenza le confesó a su tía lo que acababa de pasarle en el salón… Teressa rió. Estos adolescentes… - Ay, hija… No eres la única que ha pasado por eso… Lo que tienes que hacer es disfrutar de las vistas… - su tía rió y Sam achinó la mirada. Le daba rabia escuchar eso de su tía. Lo decía como si fuera lo más normal del mundo… - No me mires así, Sam… Puede que tú lo veas como algo malo pero no lo es. Estás en una edad en la que es muy fácil sentirse atraída por alguien como Tom…
-Claro, tía, lo que tú digas… - dijo ella mientras se levantaba de la cama e iba hacia la puerta para dejar a su tía otra vez sola.
-Mmm… Sam, ¿ellos traen algo para dormir?
Sam se volvió. No había caído en ese detalle. Su tía se dio cuenta gracias a la cara que había puesto su sobrina. Teressa se levantó de su cama y abrió su armario.
-Por suerte, tengo dos pantalones de deporte masculinos. Pero solo son dos. Creo que les servirán a Georg y Gustav. Bill puede utilizar uno tuyo… En cuanto a Tom… - Sam palideció. Había pasado de pensar por qué tenía su tía dos pantalones de hombre en su armario a imaginar a Tom otra vez sin camiseta… Su tía lo notó. – Sam, despierta… Desde luego, te ha entrado fuerte el mono… Anda, vamos a resolver esto…
Las dos salieron de la habitación de la alocada mujer y se dirigieron al salón donde los otros ya estaban tirados por los colchones y charlando entre ellos.
-Escuchad, chicos. – ellos se giraron al escuchar la voz de Teressa – Aquí tengo un par de pantalones de deporte masculinos. No preguntéis de donde han salido. Son de vuestra talla más o menos, Georg y Gustav. Podéis utilizarlos para estar más cómodos. Bill tú puedes usar unos de Sam, no te preocupes no encontraras ningún pantalón rosa en su armario… Todos son negros, eso ya lo sabrás… En cuanto a ti, Tom, lo siento, no tengo nada pero ya que estás en mi casa quiero que estés cómodo…
-No te preocupes, Teressa, no suelo usar pantalones ni camisetas para dormir… Si a nadie le molesta prefiero dormir en bóxers…
-Claro, como quieras. – Teressa les dio los pantalones en la mano a los chicos y se despidió. – Hasta mañana entonces…- Antes de meterse a su habitación nuevamente lanzó a Sam una mirada llena de significado que esta pillo a la primera.
Un minuto de silencio en el que nadie dijo nada… Georg preguntó donde estaba el baño y Sam le señaló la puerta. No tardó en ir. Bill llevó a Sam hasta su habitación para que le prestara unos pantalones. Esta le dejó intimidad para que se cambiase y se tumbó bocarriba mirando el techo evitando a toda costa los pensamientos impuros…
-Que pensativa… - le dijo la voz de Tom a su izquierda. Esta lo miró girando un tanto la cabeza. Al parecer ya se había quitado la ropa y se había tumbado a su lado... Volvió la vista al techo… - ¿Hay algo interesante ahí arriba? – preguntó éste juntando sus cabezas y mirando en la misma dirección que su amiga… Sam se revolvió incómoda.
-No, solo pensaba en la última vez que habíamos hecho esto…
-¡A saber! ¿No fue la noche en la que nos dijiste que Universal nos había rechazado y luego era mentira? – Sam recordaba ese día pero de otra forma. Como el día en que él la había besado por primera vez… Sonrió.
-Si, creo que esa fue la última vez… Aquel fue un día extraño…
-Sí que lo fue… - él también sonreía.
Sus cabezas seguían juntas y ambos giraron la cabeza en dirección del otro y esto hizo que sus labios quedaran muy cerca los unos de los otros. Se miraron a los ojos y Sam se perdió completamente en su mirada, ¿cómo había podido ser tan borde con él estos días? Tom no había cambiado tanto como ella creía. Se acordaba de todas las cosas que habían vivido juntos, de todos sus momentos, y ella había sido demasiado estúpida como para no darse cuenta, tenía que disculparse, lo sentía de veras pero había una cosa más que debía saber antes de nada…
-Tom, ¿por qué el abrazo de antes?
Él quedó en silencio durante un tiempo pero más tarde respondió con una sonrisa dibujada en los labios que llegó hasta sus ojos.
-Porque te echaba de menos.
Simple. Sencillo. A Sam le dio un vuelco el corazón cuando escuchó esas palabras salir de sus labios. No podía ser cierto, pero ahí estaba… De pronto quiso llorar, había sido tan estúpida, tan idiota… No se perdonaba lo que les había hecho, les había hecho daño de veras…
-Tom… Lo siento… Por todo… -susurró pidiendo disculpas
-Shhh… Da igual… - la cortó él también en susurros…
Volvieron a quedar en silencio, pero no incómodo. Seguían mirándose a los ojos y Sam sentía la necesidad de besarle, de volver a probar sus labios, aunque solo fuera un instante… Pero sabía que no debía, que ahora sólo eran amigos, y no quería estropear eso… Pero era tan difícil… Cerró los ojos en un intento de reprimirse pero no fue eso lo que pasó… Tom se acercó sus labios entreabiertos a los de ella y ella respondió de igual modo de manera inconsciente entreabriéndolos también… Solo les separaban una distancia de unos pocos centímetros, sus alientos se entremezclaban y sus labios empezaban a tocarse….

6 comentarios:

  1. De nuevo que decirte amanda!!!! me dejaste picadisima!!!! ya espero con ansias el siguiente capitulo jajaja!! son geniales, y como te lo dije espero que no sea la última historia que haces para publicar en el blog he??? besos.

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  2. OMG!!!!!
    te quedaste en lo mas emocionanteeee...
    q historia mas genial, me encanta
    làstima q hay q esperar una laaaarga semana para el siguiente cap. sigue adelante amiwita
    felicidades por otro capitulo mas

    uuuy voy a llegar tarde al trabajo por tu culpa
    jejejeje....
    bromitaz, cuidate
    byeEeEe...

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  3. Jeje, Muy entretenido, de verdad, y siempre dejas con ganas de mas.

    Espero el siguiente, que seguro que sera igual o mejor. Felicidades por otro capitulo increible ^^.

    Saludos, Elfire

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  4. aaaayyyy dios mio!!
    m he vuelto fan d tu novela!!
    m encanta...m dan ganas d llorar a veces. es lo mas romantico!!
    aaaayyyyy q hermoso. un beos d rencuentro!! awwwwww

    felicidades..porfa...no dejes d hacer novelas asi...son hermosas!!!!
    BESOSO

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  5. Ya te he comentado pero vuelvo a comentar XD.

    Esta muy bien el capitulo, lo he vuelto a leer.

    Espero con ganas el siguiente.

    Saludos Elfire

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  6. O.O! pero como puedes ser tan cruel?!!!
    mira qe dejarlo ahi!! JUM! tenias razon, te odio... ¬¬
    ahhahaha no... al contrario, te admiro y lo sabes!! Dios estaba esperando este momento... lo necesitaba!! ya te he dicho q me meto n la historia y realmente estaba esperando que ocurriera esto!! ^^

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