domingo, 8 de noviembre de 2009

RECUERDOS DEL PASADO CAPITULO 15


¡Buenas! Pues nada quería saludarlas a todas después de llevar tantas semanas conmigo y con Samantha, que no que no es una despedida, que aún quedan muchos capítulos por delante… Solo quería darles las gracias una vez más por sus comentarios, cada vez que leo uno me arrancáis una sonrisa. Gracias de verdad por hacer esto posible. Y ahora sin más demora los dejo con el capítulo 15… ¡Disfrútenlo y no se olviden de comentar! ¡Besos!
Esa noche fue una fiesta total en la casa, al día siguiente era domingo pero si no lo llega a ser nos hubiese importado bien poco, habíamos recibido la mejor noticia que jamás hubiésemos podido imaginar y pensábamos disfrutar de ese momento hasta exprimir las últimas gotas de esta felicidad. Para nada quería pensar en lo que vendría después como consecuencia de este acuerdo con la gran discográfica, no quería pensar que los perdería, que se irían, que nada entre nosotros iba a ser igual, esta noche era para ellos y yo no pensaba estropearla con mis tonterías...
Sam dejó de escribir un momento para mirar el reloj de la mesita de noche. ¡Madre mía! Las nueve de la noche. Solo tenía una hora para arreglarse, cenar algo e ir corriendo al bar a trabajar. Ni siquiera recordaba si había quedado con Alice para ir a trabajar juntas. Se levantó de la mesa del escritorio y cogió su móvil. Le mandó un rápido mensaje de texto. Y luego lo dejó en la cama, mientras que esperaba a que le contestara, se puso a ducharse.
Agua helada por supuesto. Esto le hizo recordar lo que había escrito. Ese día en que su mundo se desbarató por completo. Y recordó lo que había pasado en el comedor ese mismo mediodía. Había sido una completa tontería. Tenía que pedirle perdón como fuera. Cerró el grifo, salió de la ducha y enrollándose una toalla al cuerpo para secarse salió de nuevo a su habitación justo en el momento en que su móvil le anunciaba que tenía un nuevo mensaje de texto. “Nos vemos allí… Espero que estés bien. No sabes lo que ha hecho Bill… Ni yo me lo creo… Pero ya te lo diré cuando nos veamos. XP. Besos.”Como se le notaba a Alice que estaba loquísima por el cantante… Pero me intrigó. Quería saber qué había hecho Bill para dejar a Alice así… Como era Bill seguramente habría hecho cualquier cosa y a Alice le hubiese seguido pareciendo la cosa más alucinante y maravillosa del mundo, cosa que no pasaba con ningún otro chico. Normal, Bill era Bill. Sonrió. Le encantaría escuchar a su amiga divagando. Era tan mona cuando se ponía así… Levantó la mirada y se topó con la foto colgada en la pared. ¿Cómo podía una simple foto hacerla sentir tan culpable? No eran más que imágenes con ojos muertos que solo le recordaban viejos tiempos. Y tal vez por esos magníficos tiempos era por que se sentía tan culpable. Miró el móvil que aún llevaba en sus manos, inconscientemente había entrado en la Agenda y su dedo estaba pulsando la flechita que le indicaba hacia abajo. ¿Por qué se había parado justamente en su nombre? Negó con la cabeza. Tenía que disculparse. Pero… Maldita foto. Siempre ganaba. Tenía que quitarla de allí. Abrió los mensajes y empezó a escribir. “Lo siento” ¿Qué sentía? Sentía haber sido una estúpida. Pero eso no tendría que saberlo él… ¡Qué demonios! Lo escribió. Y encima también añadió un “¿Qué tal si lo intentamos de nuevo?” Mierda. Borrar, borrar… Ya era tarde. Mensaje enviado. Bueno, a lo mejor había cambiado de número, tal vez lo borraría porque no conocía el número… Si, pasaría eso… Siguió arreglándose más pendiente del móvil por si sonaba que de quedar bien… Ocurrió. Beep, beep. Se lanzó sobre la cama tirando el lápiz de ojos sobre el lavabo. Punta rota. Genial. Más perdidas de tiempo… No importaba. Abrió el mensaje: “Yo también lo siento…” ¿Qué? ¿Cómo? ¿Solo esa frase? ¿Sólo le había contestado con esa simple frase? ¿Ni un “Yo también fui un estúpido y lo que hice estuvo fatal por mi parte. Lo siento. Empecemos de nuevo”? Respiró profundamente. Tenía que calmarse. Ya hablaría con él, si volvía a verlo… ¿Cómo había podido pensar en que Tom diría algo de eso? Su enorme ego se lo impedía, por supuesto… En fin, tenía que haberlo imaginado… Se dispuso a arreglarse de nuevo, no le quedaba mucho tiempo. Cuando salió de su habitación para ir a la cocina a comer algo sintió un pequeño mareo y tuvo que apoyarse en la pared por unos instantes si no quería caer al suelo. Su tía se dio cuenta.
-Sam, ¿estás bien? – le preguntó desde la cocina, al ver lo pálida que se había puesto su sobrina.
-Claro, no te preocupes, sólo ha sido un pequeño mareo…
-Sam, estarás teniendo precauciones ¿verdad?
-¡Tía! – le reclamó, ligeramente sonrojada. Aunque su tía era muy liberal con ese tema y podía contarle todo, seguía sintiendo vergüenza…
-Sólo me preocupo por mi sobrina… No me gustaría que quedaras embarazada, Sam.
-Puedes estar tranquila, no me he acostado con nadie.
-¿Segura?
-La última vez fue hace tres años así que no creo que vaya a quedar ahora…
-Sam, tú… - su tía la miró con los ojos en blanco llevándose una mano a la boca. Su sobrina le devolvió la mirada, hacía tiempo que Sam no hablaba con nadie de esto, es más, nunca le había dicho a nadie qué había pasado aquella noche. Notó como las mejillas se le enrojecían ligeramente debido a la vergüenza que ahora sentía por haberse atrevido a confesarle a su tía algo tan privado e íntimo… - Ahora me lo vas a contar quieras o no… - le soltó su tía sin ningún pudor señalándole la silla que estaba a su lado.
Sam se sentó bastante tímida. Tenía que haber cerrado la boca… Y mientras ambas, tía y sobrina, cenaban, Sam le contó todo lo que podía acerca de esa noche. Su tía se empeñaba en que le contara más cosas pero ella no quiso, eso era demasiado privado para contárselo a su querida tía por mucho que la amara. Terminó de comer su sándwich vegetal y se despidió de Teressa, mejor que no la esperara despierta, no sabía a qué hora saldría esa noche. Cogió su bandolera que había dejado en el sofá y salió a la calle. Caminaba en silencio, dejando que la suave brisa agitara sus cabellos, desde siempre le había gustado la sensación del viento en la cara, la hacía sentir tan libre, como si tuviera alas para volar…
Torció una esquina y algo la hizo volverse. Apoyando la espalda sobre la fría pared de piedra rezó para que ellos no la hubieran visto. Un grupo de chicos estaba en la calle con botellas de alcohol y la música del coche a todo volumen. La vía estaba solitaria así que aunque gritara nadie la escucharía y aquel era el camino más rápido para llegar al pub, podía dar un rodeo pero ya llegaba tarde y por muy amiga de Nick que fuera, si llegaba tarde podría despedirla igualmente, a pesar de la amistad que los unía era también una de sus empleadas. La obligación siempre se antepone a todo. Echó una hojeada de nuevo. Si pasaba rápido tal vez no se dieran cuenta de su presencia, estaban demasiado borrachos para ello, además tenía que afrontarlo ya. Dejar atrás el miedo y hacer frente al mundo como una mujer de verdad. Y sin pensarlo mucho más se armó de valor tomando aire y pasó por la calle. Nada ocurrió salvo un par de silbidos molestos y alguna petición absurda pero ninguno la siguió. Sin embargo no se sintió segura hasta que divisó al enorme portero del pub al que llamaban Big J. Nadie conocía su verdadero nombre y él solo respondía con ese sobrenombre… Lo saludó al pasar por su lado.
-Llegas tarde. – le sonrió. A pesar de su apariencia y de su enorme envergadura era un buen hombre, pacífico y sereno como el que más.
-Lo sé. Mi tía me obligó a contarle… Ehm… -calló de pronto, no iba a explicarle a él de qué habían estado hablando… - Cosas de chicas… - respiró aliviada al escuchar su risa.
-Anda, entra, tienes trabajo.
-¡A la orden capitán!
Sam entró al bar. No estaba lleno, solo eran las 11 de la noche, aún quedaba al menos una hora para que empezara a venir la gente. Encontró a Alice con Vicky y Lucy, otra de las camareras del local, charlando entre ellas en la punta de la barra. Se acercó a ella con total naturalidad a saber por qué esas risitas tontas y esas miraditas que dirigían a un punto del local.
- Hey, chicas… ¿Qué pasa? – como única respuesta Lucy y Vicky rieron de la misma forma que antes, con esa risita tonta que se te queda después de ver a un chico que te gusta. Alice miró a Sam y le señaló con la cabeza su rincón. Sam dirigió su mirada a ese sector con el entrecejo fruncido. ¡Cual fue su sorpresa cuando descubrió allí a sus cuatro amigos!
Rió. Entendió todo el paripé que habían montado las niñas. Desde ese rincón de la barra se podía ver con claridad el rincón que ellos ocupaban sin ser vistas. Y era normal. Al igual que Vicky y Alice, Lucy era otra gran fan de Tokio Hotel y se moría por Tom, mientras que la joven camarera prefería a su hermano gemelo. Eso solía provocar pequeñas disputas entre la dueña y Alice para ver con quien se quedaría Bill si algún día los llegaran a conocer, al parecer ese sería el día en que ambas sacaran sus garras. Pobre Bill… A Sam no le gustaría estar en su pellejo... Aunque era más feliz no sabiendo que dos gatas peleaban por él. Miró a Lucy, la chica acababa de cumplir la mayoría de edad y era la viva imagen de una modelo de pasarela. Alta, delgada y con su melena rubia al viento, desbordaba sensualidad por los cuatro costados. Al contrario que su hermana gemela Jessica, la chica quería ser independiente, no gastaba más dinero del que ganaba, no aceptaba el dinero de sus padres y ya se había ido de casa convirtiéndose en autónoma. La gente decía que tras descubrir que su padre era un corrupto ella misma había dejado de hablarle y que no mantenía relación alguna con su familia por eso pero la gente hablaba demasiado, probablemente no habría nada cierto en eso.
Lucy miraba con humor como las dos niñas discutían sobre quien se acercaba antes a la mesa para tomarles nota. Sam sonrió. ¿De verdad que eran fans? Entonces deberían haber servido ya cuatro vasos de Vodka. Dejó su bandolera debajo de la barra y empezó a preparar las bebidas mientras las otras dos seguían discutiendo. Las puso en una bandeja y antes de que las otras pudieran darse cuenta de que había desaparecido ya había recorrido más de la mitad del camino hasta su mesa.
-¡Sam! – exclamaron las tres al unísono. Ella giró al cabeza y les sacó la lengua.
-A la próxima sed más rápidas. – les sacó burla mientras se dirigía a la mesa de sus amigos.
La recibieron con bromas del tipo “Ya nos estábamos muriendo de sed” y ella les sacó la lengua. Rieron todos juntos. Como aún no había clientes que atender aparte de ellos mismos y el DJ aún no se había dignado a llegar, se sentó en una de las sillas a charlar con sus amigos alemanes. Como siempre nunca faltó el humor. No se sabe como siempre se las apañaban pero siempre acababan olvidando lo pasado y riendo como si nada hubiera pasado. Sam agradeció esto, aunque aún estaba algo molesta con Tom no lo demostró en ningún momento y le hablaba y gastaba bromas como siempre, como si nada…
Cerca de la media hora después Nick apareció por el bar y Sam tuvo que ponerse a trabajar no sin antes comentarles de broma que a ver si dejaban alguna propinilla a las camareras… Y prometió no decir nada si empezaban a desfasarse un poco con las bailarinas. Sonrió al ver como al menos tres de ellos se sonrojaban. Sam fue a reunirse con el resto para charlar sobre los planes de esa noche. Dirigió una última mirada a sus amigos antes de ponerse manos a la obra y vio como Tom miraba fijamente a Lucy… Evitó mirarle de nuevo… Se lo tenía que haber imaginado… Centró su mirada en Nick que les hablaba más serio que de costumbre… Oh, oh… Problemas con la novia… Siempre se ponía así cuando se peleaba con ella. Aún así, el negocio era el negocio. Y esa noche tenía que estar atento en todo. Evitó también las miradas de Lucy y Vicky, seguramente Alice ya les había dicho que era amiga íntima de los chicos pero le daba igual… Ya todo le daba igual…
Cuando Nick dejó de dar el sermón todos a sus puestos. Empezaba la fiesta. Y a llover el dinero para ellas o para Sam que era lo más importante de llevar esa ropa ajustada puesta… Alice se acercó a Sam mientras fingía que cogía una botella y se permitió preguntarle cómo estaba. Sam se encogió de hombros. Estaba bien, tal vez un poco molesta pero bien.
-Lucy y Vicky me preguntaron… Les dije que no… Pero no me creyeron… Se lo dije…
-No me importa, Alice, de verdad… Es más, me ahorro de inventarme una excusa… ¿Sabes qué? Voy a presentárselos. Si. Y haré lo posible para que Tom se lie con Lucy…
-Sam… - Alice la miró. No estaba nada bien. Su amiga solo decía tonterías e iba a cometer una bastante gorda…
Sam no dijo no hizo nada más salvo mirar de nuevo a su amiga con una mirada corta y directa y siguió trabajando como si nada. Alice se quedó en la barra con la botella en la mano y el vaso que iba a servir en la otra mirando como su amiga se llevaba a Lucy y a Vicky hasta la mesa en la que ellos se encontraban, dispuesta de verdad a hacer que Tom y la camarera tuvieran algo… Alice negó con la cabeza. ¿Qué demonios le pasaba por la cabeza a Sam? ¿Se había vuelto loca de repente o tonta? Ella nunca se comportaba de esa manera… Oh… Lo entendió… Él todavía le importaba pero no era una egoísta así que trataría de hacerlo feliz aunque no interfiriendo en su vida. A pesar de ser tonta de remate era un acto realmente valiente. A nadie le gusta ver al chico que te gusta prendado por otra, no solo más guapa que tú si no también con más clase… Sam no era fea, ni mucho menos, pero Lucy… Lucy era una belleza, no nos vayamos a engañar… Todos los del bar estaban tras ella en su mayoría. Aunque ella no quería saber nada. “El físico no es importante” solía decir. Quería que la quisieran por ella no por su físico o su dinero. Lucy era una más del grupo. La hermana mayor. Aún así, Alice la odió en esos escasos momentos. Iba a quitarle el novio a su amiga… A Sam, su mejor amiga, su complementaria… No lo podía permitir.
Dejó el vaso y la botella sobre la barra y caminó hasta la mesa donde ellos estaban. Saludó a los chicos con un seco “Hola” y cogiendo a Sam del brazo la arrastró hasta los baños. La colocó frente a los lavabos de espaldas al espejo y la miró fijamente a los ojos.
-Sam, ¿qué estas haciendo? Por favor, reacciona. No puedes dejar que ella gane. Sam tú… Tú le conoces, más que nadie en este mundo, salvo Bill claro… Sabes que… - le espetó, ella la hizo callar.
-Alice, conozco a Tom y conozco a Lucy… No, no son la pareja ideal… Él solo busca sexo y ella poder cambiarlo a él de la noche a la mañana… No van a durar más que una noche y eso si llegan…
-¿Entonces? – Alice no entendía nada…
-Solo los estoy presentando. El resto es cosa suya.
-Sam…
-Alice, sí, él aún me gusta, mucho, muchísimo… Pero no es posible. Solo quiero divertirme un poco…
-Desde luego, los dichos tienen razón, las mujeres somos unas retorcidas…
-Puede ser… - ambas rieron y poco después salían de los aseos para ponerse de nuevo a trabajar.
La gente ya empezaba a llenar el local y Vicky y Lucy dejaron sus flirteos para más adelante. Tenían tragos que servir y que cobrar.

La noche fue tranquila y sin percances en el bar. La música era buena y el ambiente no muy cargado aunque sí bastante extravagante. La gente se divertía, bailaba, reía, y por tanto bebía. Y Sam estaba a un paso más de Alemania a cada céntimo de propina que recibía. Procuraba ser siempre amable y divertida, coqueta pero fría, interesada pero distante… Era ya bastante el tiempo que llevaba trabajando en aquel local y conocía todos los clientes que lo frecuentaban por lo que tampoco tenía que ser demasiado simpática… Solo en su justa medida.
Cuando estaban recogiendo todo cerca de las cinco de la mañana para cerrar el antro, Lucy se acercó a Sam para hablar con ella en privado. Sam supo qué le iba a preguntar y sonrió amargamente. Había sido divertido al principio observar como ambos se dirigían miradas, él desde la mesa en la que estaba con sus amigos, ella desde la barra. Pero cuando él se había acercado a ella y habían empezado a hablar y gastar bromas para Sam ya no tuvo tanta gracia. Y contraatacó. Vió a Mike bailando con una despampanante pelirroja y se acercó a él. Sabía que en cuanto ella le dijera “Hola”, él dejaría de lado a la pelirroja de bote y le prestaría a ella toda la atención del mundo. Sonrió para sus adentros. La fiesta acababa de empezar para ella. Sin embargo nada de lo que hizo ella con Mike atrajo la atención de Tom pero sí la de sus amigos, que miraban a Mike como dictándole sentencia. Sam estaba por renunciar a todo cuando Mike la besó. Abrió los ojos de par en par cuando eso ocurrió. No sintió absolutamente nada, nada salvo el peso del alma que se le cayó a los pies tras darse cuenta que ellos también se besaban y lo estaban disfrutando… Sintió las lágrimas agolparse en sus ojos, pero no podía permitir que salieran de ahí. Apartó a Mike de sí y negó con la cabeza, él se quedó con la boca abierta sin poder decir nada… ¡Había sido ella la que había ido buscándolo y ahora lo dejaba a dos velas! Pero, ¡¿qué se había creído?! Fue en su busca y la encontró en el baño, llorando… No entendía nada, dio un paso hacia ella… Pero no avanzó mucho, Sam levantó la cabeza y él descubrió sus lágrimas…
-Sam, ¿estás bien?- le preguntó entrecortadamente.
-¡Estoy perfecta! ¡¿No lo ves?! – y dicho esto salió del baño a toda pastilla dejándolo a él en mitad de ese asqueroso baño y sin entender nada…
Sam salió a toda prisa del bar. La necesitaban en la barra pero ella no podía dar la cara ahora. Tenía que calmarse primero. Suerte que cerca de allí había otro pub y sabía perfectamente donde estaba la entrada trasera que era la salida y estaba a dos pasos de los baños… No lo pensó dos veces y entró. Rápidamente se lavó la cara con agua helada y se miró en el espejo. La imagen que recibió no le gustó nada… Un momento, no estaba sola en el cuarto.

De pie frente a uno de los habitáculos, alto, delgado e imponente estaba su mejor amigo que la miraba con ojos profundos y llenos de significado. Se hubiese preguntado que hacía allí, era un baño de chicas, si alguien le encontraba… Pero era Bill. Y Bill fácilmente podía ser tomado por una chica. Sus rasgos no eran duros como los de los chicos, al contrario, eran delicados y suaves, no bastos y rudos. Y la expresión de su rostro podía llegar a ser clavadita a la de una chica. Aunque le faltaba volumen, era capaz de hacerse pasar por una si quería. Sam lo miró a los ojos a través del espejo. Él le devolvió la mirada. Cruzando los brazos sobre el pecho le hizo una pregunta a Sam clara y directa.
-Aún estás enamorada de él, ¿verdad? No ha habido ningún otro chico en tu vida, ¿me equivoco?
-Bill… -fue lo único que dijo ella, dándose la vuelta para mirar fijamente a su mejor amigo que ya le tendía los brazos para abrazarla, sabía que lo necesitaba.
Ella ni lo dudó. Corrió hasta él y se abrazó a él dejando que las lágrimas volvieran a sus ojos, dejando el tiempo correr, pensando por qué había tenido que fijarse en Tom, por qué no Bill que la quería tanto y que jamás le haría daño… Mientras su amigo la abrazaba ella pensó en olvidarse de su hermano, tenía que hacerlo porque acabaría dolida, más de lo que ya estaba, ya era hora de dejar el pasado atrás, él había cambiado, y ella no estaba dispuesta a sufrir más por ese amor que sentía que no era correspondido… ¿Por qué había sido tan estúpida? ¿Por qué seguía creyendo que él volvería sabiendo que era imposible, que para él ella solo era un recuerdo? Quiso odiarlo, de verdad, pero jamás podría. Lo que sí haría sería olvidarse de él, apartarlo de su mente, tener una vida… Y eso sólo podía conseguirse de una manera… Teniendo a otra persona a su lado y esa otra persona solo podía ser Bill… Levantó la cabeza para mirarlo a los ojos encontrándose con su mirada para poco después ella depositar un suave beso en sus labios. ¡Qué decir que no sintió nada! Ni su corazón se aceleró ni su respiración se agitó… Absolutamente nada… Bill no era para ella…

5 comentarios:

  1. wow!!!!!! no esperaba que besara a Bill!!!!! esto cada vez esta mejor!!!!

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  2. OMG!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! beso a biilllllllllllllllll??????????????????? wOwwww jajaja ezperO el OtrO cOn ansiiasssssss

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  3. OoOoH SABÍA que besaría a Bill!! ;)
    pero... aii madre al principio creia q Tom aun la amaba y q no era egocentrico y... cada vez parece q aii menos posibilidades de recuperarlo... T__T

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  4. Jajaja, hay que ver como se va complicando todo, cada semana te superas. Se esta poniendo muy bien el asunto.

    Felicidades por otro capitulo.

    Saludos, Elfire

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  5. woOOooOooow....
    jamás me esperaba un beso con billito
    q lástima q ella no sienta nada por él
    uff... bill es muuUUuuy diferente a tom

    q w3na historia
    me encanta
    ujuuu...
    a leer el siguiente capítulo

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