
De repente Bill entró en su fase de niño pequeño otra vez y se empeñó en montar de nuevo en una de las atracciones. Yo no podía ni moverme ya así que denegué la invitación. Pero los demás no hicieron lo mismo. Salvo Tom. No me había dado cuenta de que se había quedado conmigo hasta que levanté la cabeza y lo vi allí a mi lado, mirándome. Quise morir. No, se avecinaba lo que yo más temía, tenía que decirle lo que tenía pensado decirle antes de que él empezara a decirme lo que yo no quería oír…
-Sam, yo… -empezó a decir él, le corté.
-Basta. No lo digas. Lo sé. Sé que solo me ves como tu amiga, tu hermana como mucho… Por eso no te lo dije nunca, porque aunque me gustes no quiero perderte como amigo. He estado evitando esto por esa misma razón. ¿De qué me servía que lo supieras? Por favor, solo olvídalo. Olvídalo porque yo intentaré hacer lo mismo… - fue solo un segundo, una breve pausa y mis labios quedaron sellados. Cuando me quise dar cuenta estaba… estaba… ¿Era eso posible? ¿Tom…? ¿Tom me estaba besando? No daba crédito, estaba anonadada, completamente en shock… Tenía que salir de allí, estaba metiéndome directa a la boca del lobo, tenía que pensar, reflexionar… No podía ser cierto, no podía ser verdad…
-Basta. No lo digas. Lo sé. Sé que solo me ves como tu amiga, tu hermana como mucho… Por eso no te lo dije nunca, porque aunque me gustes no quiero perderte como amigo. He estado evitando esto por esa misma razón. ¿De qué me servía que lo supieras? Por favor, solo olvídalo. Olvídalo porque yo intentaré hacer lo mismo… - fue solo un segundo, una breve pausa y mis labios quedaron sellados. Cuando me quise dar cuenta estaba… estaba… ¿Era eso posible? ¿Tom…? ¿Tom me estaba besando? No daba crédito, estaba anonadada, completamente en shock… Tenía que salir de allí, estaba metiéndome directa a la boca del lobo, tenía que pensar, reflexionar… No podía ser cierto, no podía ser verdad…
Me levanté del banco a la velocidad del rayo y eché a correr sin importar la dirección, sin importar la gente que iba arrastrando a mi paso. Me llevé la mano a los labios mientras corría, no lo había soñado, había pasado, no era una alucinación de mi mente, Tom me había besado como nunca antes lo había hecho nadie… Mi primer beso… Había sido la primera vez que alguien me besaba y lo había hecho mi mejor amigo, la persona que tantas veces había soñado que lo hiciera… Encontré un callejón y me adentré en él, mi espalda fue a parar a la pared de ladrillo y mi mano seguía en mis labios… ¿Cómo había sucedido eso? ¿Por qué? Era imposible que yo le gustara. No era para nada su tipo de chica. Ni era alta ni tenía lo que a él le gustaba de una chica: una despampanante delantera… Entonces, ¿por qué me había besado? ¡Oh, claro! Estaba jugando conmigo… Como si yo fuera una de sus estúpidas niñas… Pues no se lo iba a permitir… No, señor…
-Sam, joder… No vuelvas a darme esos sustos… - levanté la mirada para encontrarme con la de él. Se acercó aún más a mí pero puse distancia entre los dos quitándome la mano de los labios y extendiéndola hacia él. Me miró con los ojos abiertos de par en par, claramente no entendía por qué me alejaba de él en vez de acercarme… Él y su inmenso ego…
-Aléjate, Tom, te lo advierto… No vuelvas a hacer algo así… Jamás…
-¿Se puede saber que te pasa? - ¿estaba fingiendo o realmente no sabía nada?
- No voy a ser tu juguete. – me separé de la pared para irme de nuevo mientras decía esto pero él me retuvo cogiéndome del brazo.
-Aléjate, Tom, te lo advierto… No vuelvas a hacer algo así… Jamás…
-¿Se puede saber que te pasa? - ¿estaba fingiendo o realmente no sabía nada?
- No voy a ser tu juguete. – me separé de la pared para irme de nuevo mientras decía esto pero él me retuvo cogiéndome del brazo.
-¿Se puede saber de dónde mierda has sacado eso? ¡No estoy jugando contigo! Mira, no sé cómo pasó ni cómo ni por qué pero me fijé en ti. No se en qué momento ni en qué lugar, no sé nada, solo sé que me gustas y me gustas de verdad… Y no sé cómo puedes desconfiar de mí después de todo lo que hemos pasado, después de todo lo que hemos vivido juntos, después de tantas cosas… ¿Ahora desconfías de mí? Vale que sí que es verdad que he jugado con muchas, pero ¿contigo? Jamás. Nos hemos criado juntos, hemos sido como hermanos, y ahora que hemos crecido y que existe esto… ¿De verdad piensas que puedo hacerte esto? – me quedé helada ante sus palabras y más aún cuando vi en su mirada que no mentía, que todo lo que decía era cierto. Él nunca me había mentido, ni siquiera ahora que conocía mi secreto… Lo que yo no sabía era si creerme que yo le gustara… Era absurdo… Tanto tiempo creyendo que era una estupidez y ahora… Ahora… No... No podía ser cierto… - Intentémoslo, sólo intentémoslo y si no resulta pues como si nada… No vas a dejar de ser mi hermana por esto, que lo sepas, no te vas a deshacer de mí tan fácilmente… - sonrió- ¿Qué me dices?
No sabía qué decir, no sabía cómo reaccionar. ¿Me estaba pidiendo salir? ¿A mí? Desde luego, si esto era una broma estaba yendo demasiado lejos… Le miré a los ojos. No me estaba mintiendo. Le conocía y sabía exactamente la cara que ponía cuando mentía. Y esta no era. Sentí el corazón acelerarse, y las lágrimas queriendo escapar de la prisión de mis ojos… Estaba exaltada, anonadada, emocionada, confusa… Todo a la vez. Pero lo que si que tenía claro era que no iba a dejar escapar esta oportunidad. Siempre podíamos volver a ser amigos si algo fallaba, no perdíamos nada por intentarlo…
-Piénsatelo y ya me dices cuando lo tengas claro – comentó él ante mi silencio dándose la vuelta para dejarme sola con mis pensamientos… ¡Que bien me conocía! Pero no necesitaba pensar nada, yo quería estar con él… Lo cogí de la mano al tiempo que empezaba a caminar en dirección de la única salida del callejón, él se dio la vuelta para verme.
-No necesito pensar nada… - las palabras salieron solas de mi boca, ni siquiera las pensé. ¿Me había transformado? Reí interiormente ante la perspectiva. Seguía siendo yo, lo que ocurría era que mi inconsciente decía por mi las cosas que yo no me atrevía a decir.
-No necesito pensar nada… - las palabras salieron solas de mi boca, ni siquiera las pensé. ¿Me había transformado? Reí interiormente ante la perspectiva. Seguía siendo yo, lo que ocurría era que mi inconsciente decía por mi las cosas que yo no me atrevía a decir.
La respuesta de él fue mucho más clara que la mía, rápidamente me atrajo a él y me abrazó para poco después volver a besarme en los labios. Me sentí extraña. Apenas un par de días atrás habíamos sido los mejores amigos del mundo, compartiendo risas y bromas y ahora… ¿Estábamos saliendo? ¿Cómo había podido cambiar tanto la cosa? No pude ver la expresión que llevaba puesta en el rostro pero él sí la vio y se rió. Desde luego, tenía que ser de risa.
-¿Cómo te sientes? – me preguntó.
-Extraña. Muy extraña. – me sinceré. Él volvió a reír.
-Yo estoy exactamente igual. Supongo que habrá que acostumbrarse…
-Claro, como a todo, pero no me pidas que me acostumbre ahora, estoy todavía en shock… -reímos. Creo que eso lo resumía todo bastante bien. Los dos estábamos igual.
-Extraña. Muy extraña. – me sinceré. Él volvió a reír.
-Yo estoy exactamente igual. Supongo que habrá que acostumbrarse…
-Claro, como a todo, pero no me pidas que me acostumbre ahora, estoy todavía en shock… -reímos. Creo que eso lo resumía todo bastante bien. Los dos estábamos igual.
Decidimos volver junto a los demás, habíamos desaparecido sin decir nada y seguramente estaban preocupados. No hablemos de si se lo íbamos a decir al resto pero eso a él le daba igual pues sin preocuparse de nada pasó su brazo por mi cintura como si nada, y eso hizo que mi estado de shock aumentara notablemente. Bill nos miró. Primero a él y luego a mí. Y me dedicó una de sus enormes sonrisas, dioses, ¿cómo podía ser tan guapo? ¿Qué estoy diciendo? Sam, ahora estas con su hermano, recuérdalo, sé que es difícil de asimilar pero no puedes ir por ahí diciendo esas cosas… Pero, ¿por qué no decir la verdad? Bill siempre había sido un encanto de chico… Basta. Las voces en mi cabeza no me dejaban pensar con claridad ni ver la tensa situación que se había producido en el ambiente. Mientras yo seguía prendada de la sonrisa de mi mejor amigo, Georg miraba a Tom con cara de pocos amigos y éste tragaba saliva, sabía que pasaría si llegaba a hacerme daño, sería carne picada por las manos de mi enorme hermano. Bill, en medio de los otros dos seguía en su fase de niño pequeño y ahora más después de vernos a su hermano y a mí en esa situación… Y Gustav… Gustav me dio miedo… No sabía si su rostro expresaba preocupación, felicidad por nosotros o una mezcla de ambas cosas sumadas a un “Ya lo sabia”… Desvié la mirada, no me gustaba nada esta tensión en el ambiente, las miradas que Georg le dirigía a Tom de “Te voy a matar”, la confusa mirada de Gustav, que realmente me daba miedo, y los saltitos inocentes de Bill me estaban poniendo de los nervios. Concentré mi mirada en cualquier otro punto, no soportaba más aquella sensación de impotencia ante tal situación y por casualidades del destino mis ojos fueron a parar a un par de muchachos que conocía bien y no estaban solos. Teníamos que salir de allí en seguida antes de que nos vieran porque de una cosa estaba segura, aunque Georg fuera enorme, Gustav tuviera mala leche si lo provocaban demasiado y Tom los odiara, no podrían con ellos aunque quisieran.
-Mmm… ¿qué tal la atracción? – intenté salir del paso.
-¡Genial! Es una lástima que no vinierais con nosotros…
-Todavía nos queda un rato, ¿vamos otra vez?
-¡Síííí! ¡Por favor! – Bill no dio tiempo a los demás a reaccionar, rápidamente me cogió del brazo y me arrastró con él, pero no íbamos a la atracción… Tenía que haberlo imaginado. Mi mejor amigo quería hablar conmigo… Por supuesto… Le miré y me encontré su cara seria de nuevo. Me sorprendí… ¿No se alegraba por mí?
-¡Genial! Es una lástima que no vinierais con nosotros…
-Todavía nos queda un rato, ¿vamos otra vez?
-¡Síííí! ¡Por favor! – Bill no dio tiempo a los demás a reaccionar, rápidamente me cogió del brazo y me arrastró con él, pero no íbamos a la atracción… Tenía que haberlo imaginado. Mi mejor amigo quería hablar conmigo… Por supuesto… Le miré y me encontré su cara seria de nuevo. Me sorprendí… ¿No se alegraba por mí?
– Tom, ¿eh? – fue lo único que dijo. ¡Si eso ya lo sabía él! Fruncí el entrecejo…
- Cuídate ¿vale? - ¿de qué diablos me estaba hablando?
– Tú y yo conocemos a Tom… Sabemos que le gustan todas y que no puede estar solo con una… - Capté la idea. Aléjate de mi hermano. Es lo mejor para ti.- Y lo peor es que yo lo sabía y aún así seguía queriendo estar con él… Abrí la boca para hablar pero él me lo impidió
- ¡Eh, yo te apoyo! Ya sabes que yo siempre estaré ahí cuando lo necesites, solo te advierto… Que a lo mejor tú le hagas cambiar y la cosa funcione… Pero no debes dejarte cegar, las cosas no son siempre color de rosa… - ¿Me lo iba a decir a mí?
– Anda, vamos… - pasó su brazo por mis hombros y nos dirigimos a la atracción, donde ya nos esperaban todos, ninguno preguntó dónde estábamos. Ya nos conocían. Aunque yo era la amiga de todos, siempre había sentido debilidad por Bill, él era desde luego mi mejor amigo… Y eso todos lo sabían. Y yo no pensaba cambiar mi amistad con él por nada del mundo.
Olvidamos la pequeña situación embarazosa que habíamos vivido y nos dispusimos de nuevo a la aventura. ¡Que decir que nos lo pasamos como cuando éramos chicos!
Hora y media después ya estábamos todos, los cinco, en el coche de Simone de vuelta a nuestra casita después de haber vivido un día espectacular. Bill le contaba animado a su madre todo lo que habíamos hecho ese día y ella se reía… De verdad, Simone tenía que haber venido con nosotros, prácticamente era una más en nuestro pequeño grupo… Por suerte Bill solo narraba lo relacionado con la feria y no se atrevió comentar a su madre lo ocurrido entre su hermano y yo, principalmente porque su hermano lo aplastaría después de eso cuando su madre no estuviera delante… Ciertamente yo estaba algo incómoda, ahora no solo era la madre de mis mejores amigos… Me mordí el labio con nerviosismo… Ella se dio cuenta…
-Sam, ¿qué te pasa, cielo? Te noto nerviosa…
-Ehm… No, no me pasa nada… Uff, mira que tarde es… Tengo que ir a casa ya, mi madrastra… Mi madrastra me va a matar… - ella rió.
-No. No vas a ir a tu casa. Ninguno de vosotros.
-¿Qué? – preguntemos los tres de golpe.
-Os quedáis en mi casa a cenar esta noche y luego si queréis también a dormir. Hay un invitado en casa… Sam, cielo, tranquila, hablé con tu padre, no tiene ningún problema en que te quedes a dormir. Puedes dormir con Bill. Su cama es enorme y siempre que te quedas duermes con él así que no hay ningún problema…
-Claro… - ¡Oh, dioses! ¿Ahora que hago?
-¿Quién viene a cenar, mamá? – le preguntó Tom
-Es una sorpresa.
-Ehm… No, no me pasa nada… Uff, mira que tarde es… Tengo que ir a casa ya, mi madrastra… Mi madrastra me va a matar… - ella rió.
-No. No vas a ir a tu casa. Ninguno de vosotros.
-¿Qué? – preguntemos los tres de golpe.
-Os quedáis en mi casa a cenar esta noche y luego si queréis también a dormir. Hay un invitado en casa… Sam, cielo, tranquila, hablé con tu padre, no tiene ningún problema en que te quedes a dormir. Puedes dormir con Bill. Su cama es enorme y siempre que te quedas duermes con él así que no hay ningún problema…
-Claro… - ¡Oh, dioses! ¿Ahora que hago?
-¿Quién viene a cenar, mamá? – le preguntó Tom
-Es una sorpresa.
Nos miramos los unos a los otros. ¿Qué pintábamos Georg, Gustav y yo allí? Si era una especie de reunión familiar, ¿qué hacíamos los tres allí? Bueno, ya nos enteraríamos.
Cuando llegamos a casa de los Kaulitz los chicos se tumbaron en el sofá a ver la tele y Simone me llamó para que la ayudara con la cena, eché una mirada al sofá, como necesitaba sentarme… Pero ya que me había invitado y encima me había hecho de chófer no iba a pasar nada si la ayudaba un poco con la cena. Mientras cocinábamos escuchamos la puerta de la calle abrirse y la voz de Gordon saludando a los chicos, seguido de sus pisadas que lo llevaron a la cocina. Su saludo me puso los nervios, siempre tenía la mala costumbre de revolverme el pelo y llamarme “novia cadáver” El sobrenombre no me molestaba pues sabía que lo decía con cariño pero lo del pelo no lo podía evitar, era superior a mí. Se acercó a su pareja, pues aún no estaban casados oficialmente pero como si lo estuvieran ya, y la saludó con un beso en los labios. Desvié la mirada, seguramente querían algo de intimidad, pero cuando iba a salir por la puerta para dejarlos solos, algo me hizo pararme en seco donde estaba.
-¿Se lo has dicho ya a los chicos?
-No, estoy esperando a que llegue él…
-¿Ni a ella?
-He pensado en decírselo pero no se… Así será una sorpresa para todos…
-No, estoy esperando a que llegue él…
-¿Ni a ella?
-He pensado en decírselo pero no se… Así será una sorpresa para todos…
Me giré a la velocidad del rayo y me quedé mirándolos. Lo había escuchado y ellos lo sabían por la expresión de mi rostro.
-¿Qué se supone que tengo que saber?
-Nada, cielo…
-Simone… - Simone tenía una regla, y esa era que nada de tratarla de usted.
-Esta bien. Les han admitido. David me llamó este mediodía y me dijo que iban a contratarlos. Universal los espera.
-¡¿Qué?! – mi grito sonó demasiado alto y no era para menos
-Ssshhh… - me rechistaron
-Pero eso es genial, es lo mejor que haya pasado nunca… No puedo esperar a ver la cara que ponen cuando se enteren… Y… ¡oh, dios! Me alegro tanto por ellos… - si yo ya estaba emocionada, no podía esperar a ver cómo se lo tomaban ellos…
- Pero no se lo puedes decir hasta que no venga David… ¿De acuerdo? – asentí con la cabeza- Vale, puedes ir con ellos. Ya me ayuda Gordon a terminar la cena… - volví a asentir con la cabeza al tiempo que dejaba el trapo de cocina que había utilizado para secarme las manos en su sitio y me dirigí a la puerta.
-Nada, cielo…
-Simone… - Simone tenía una regla, y esa era que nada de tratarla de usted.
-Esta bien. Les han admitido. David me llamó este mediodía y me dijo que iban a contratarlos. Universal los espera.
-¡¿Qué?! – mi grito sonó demasiado alto y no era para menos
-Ssshhh… - me rechistaron
-Pero eso es genial, es lo mejor que haya pasado nunca… No puedo esperar a ver la cara que ponen cuando se enteren… Y… ¡oh, dios! Me alegro tanto por ellos… - si yo ya estaba emocionada, no podía esperar a ver cómo se lo tomaban ellos…
- Pero no se lo puedes decir hasta que no venga David… ¿De acuerdo? – asentí con la cabeza- Vale, puedes ir con ellos. Ya me ayuda Gordon a terminar la cena… - volví a asentir con la cabeza al tiempo que dejaba el trapo de cocina que había utilizado para secarme las manos en su sitio y me dirigí a la puerta.
Antes de salir por ella me volteé para tener una última visión de ellos. Me gustaba mucho la pareja que formaban, se querían demasiado, tanto que dolía… Estaban destinados a estar juntos. Pero la mirada que se dirigían no era la de un par de enamorados, Decía claramente “Aún no sabe que pasará a partir de ahora” Se equivocaban. Yo lo sabía. Sabía lo que significaba que Universal los cogiera. Para ellos fama, dinero, música a todas horas, y, por supuesto, chicas… Para mí, soledad y un gran vacío. Pero yo no era egoísta. Yo me alegraba por ellos. Habían trabajado duro para conseguir esto y yo no se lo iba a arruinar. Conocería a otra gente, tendría amigos y los echaría de menos a cada segundo mientras ellos vivían su sueño…
-Hey, chicos, ¿qué veis? –les pregunté mientras me sentaba en un hueco libre que me habían dejado entre los gemelos apartando mis pensamientos para otro momento.
-Nada en realidad… - Tom llevaba el mando pasaba canales sin cesar…
-¡Espera! – le solté cuando vi una imagen que me gustó. Descubrí que era un barrio de la ciudad de Tokio. Siempre me había gustado esa ciudad. Su cultura, su gente, sus paisajes… - Adoro Tokio… -murmuré.
-Es preciosa… - Bill coincidió conmigo.
-Viajar en general lo es… - mi sueño siempre había sido dar la vuelta al mundo, no sé si en ochenta días o mas… Junto a mis amigos, por supuesto.
-Ni que lo digas… Algún día viajaremos todos juntos. – Si. Ellos iban a empezar a hacerlo dentro de poco. Sin mí, claro…
-Lo malo de todo eso es que habrá que dormir en hoteles y esas cosas… Echaría de menos mi cama… -Georg siempre pensando en su cama…
-Si… -coincidió Bill- ¡Un momento! ¡Tokio Hotel! – Bill siempre tan creativo… - ¡Ése podía ser nuestro nuevo nombre! Ciertamente, Devilish ya empezaba a cansarme…
-Si, es cierto… Suena… -empezó a decir Tom
-Demasiado alemán… - ayudé- Sí, Tokio Hotel es un buen nombre…
-¿Votos a favor? – todos levantamos la mano, aunque yo no fuera un miembro de la banda siempre entraba en las votaciones, no se por qué, siempre consideraban todos mis consejos… - Pues ya está. Ahora nos llamaremos Tokio Hotel.
-Nada en realidad… - Tom llevaba el mando pasaba canales sin cesar…
-¡Espera! – le solté cuando vi una imagen que me gustó. Descubrí que era un barrio de la ciudad de Tokio. Siempre me había gustado esa ciudad. Su cultura, su gente, sus paisajes… - Adoro Tokio… -murmuré.
-Es preciosa… - Bill coincidió conmigo.
-Viajar en general lo es… - mi sueño siempre había sido dar la vuelta al mundo, no sé si en ochenta días o mas… Junto a mis amigos, por supuesto.
-Ni que lo digas… Algún día viajaremos todos juntos. – Si. Ellos iban a empezar a hacerlo dentro de poco. Sin mí, claro…
-Lo malo de todo eso es que habrá que dormir en hoteles y esas cosas… Echaría de menos mi cama… -Georg siempre pensando en su cama…
-Si… -coincidió Bill- ¡Un momento! ¡Tokio Hotel! – Bill siempre tan creativo… - ¡Ése podía ser nuestro nuevo nombre! Ciertamente, Devilish ya empezaba a cansarme…
-Si, es cierto… Suena… -empezó a decir Tom
-Demasiado alemán… - ayudé- Sí, Tokio Hotel es un buen nombre…
-¿Votos a favor? – todos levantamos la mano, aunque yo no fuera un miembro de la banda siempre entraba en las votaciones, no se por qué, siempre consideraban todos mis consejos… - Pues ya está. Ahora nos llamaremos Tokio Hotel.
En ese momento llamaron al timbre, Bill se levantó y fue a abrir. Se encontró cara a cara con su manager.
- David, llegas en un buen momento, acabamos de cambiarnos el nombre… Ya no nos llamamos Devilish, ahora somos Tokio Hotel. – Bill se lo soltó casi de carrerilla.
- ¿Tokio Hotel? Mmm… Suena bien… ¿A quién se le ha ocurrido?
-A mí, pero Sam me dio la idea primero… -¿yo? Yo no había hecho nada…
-Buen trabajo, Sam… A ti también Bill… - lo miró. En ese momento aparecieron Simone y Gordon en la sala. Los adultos intercambiaron una mirada que decía claramente que aún no lo sabían.
-Por cierto, ¿qué haces por aquí tan tarde, David?- Gustav siempre tan observador…
-Pues…
-¿Puedo decirlo yo?- le pregunté al manager y productor
-Claro.- los chicos me miraron sin saber qué decir o qué expresión usar
-Chicos… Universal os ha rechazado… Lo siento…- sentí sus miradas caer al suelo después de mi pequeña broma.
-Bueno, no hay que rendirse, tendremos más oportunidades… - Bill siempre tan optimista
-Si, ahora hay que dar el doble, o el triple…
-¿Sabéis? Me encanta que seáis así por eso… Os diré… ¡Que era una broma! ¡Universal ha dicho que sí!
-¡¿Quéééé?! – creo que sus gritos se escucharon a varios kilómetros a la redonda, pero no estoy segura, al menos creo que desde ese día mi oído derecho no ha vuelto a ser el mismo…
- ¿Tokio Hotel? Mmm… Suena bien… ¿A quién se le ha ocurrido?
-A mí, pero Sam me dio la idea primero… -¿yo? Yo no había hecho nada…
-Buen trabajo, Sam… A ti también Bill… - lo miró. En ese momento aparecieron Simone y Gordon en la sala. Los adultos intercambiaron una mirada que decía claramente que aún no lo sabían.
-Por cierto, ¿qué haces por aquí tan tarde, David?- Gustav siempre tan observador…
-Pues…
-¿Puedo decirlo yo?- le pregunté al manager y productor
-Claro.- los chicos me miraron sin saber qué decir o qué expresión usar
-Chicos… Universal os ha rechazado… Lo siento…- sentí sus miradas caer al suelo después de mi pequeña broma.
-Bueno, no hay que rendirse, tendremos más oportunidades… - Bill siempre tan optimista
-Si, ahora hay que dar el doble, o el triple…
-¿Sabéis? Me encanta que seáis así por eso… Os diré… ¡Que era una broma! ¡Universal ha dicho que sí!
-¡¿Quéééé?! – creo que sus gritos se escucharon a varios kilómetros a la redonda, pero no estoy segura, al menos creo que desde ese día mi oído derecho no ha vuelto a ser el mismo…
Y era normal. Era lo que llevaban años esperando. Esa noche fue una fiesta total en la casa, al día siguiente era domingo pero si no lo llega a ser nos hubiese importado bien poco, habíamos recibido la mejor noticia que jamás hubiésemos podido imaginar y pensábamos disfrutar de ese momento hasta exprimir las últimas gotas de esta felicidad. Para nada quería pensar en lo que vendría después como consecuencia de este acuerdo con la gran discográfica, no quería pensar que los perdería, que se irían, que nada entre nosotros iba a ser igual, esta noche era para ellos y yo no pensaba estropearla con mis tonterías...
Felicidades!! este capitulo me encantó, por fin Tom y Sam ya son novios!!!!! que linda historia, la adoro.
ResponderEliminarahhhhhhhhhh!!!!!
ResponderEliminarwoooww
k genial
kuanta emocion
me encanto
wen me voi
kiss kiss
attt *kike kaulitz*
Que bueno el final. ^^
ResponderEliminarFelicidades por el capitulo, espero el siguiente !!!
Saludos, Elfire.
Aiii me encanta, ke boniito!!! por fin juntos!!!
ResponderEliminarAora ai otra cosa k me intriga... k es lo k pasa entre ellos pa k la relacion se enfrie tanto... weno, abra k esperar :D
graciias x est FiiC tan ChuLii ^^